Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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En una declaración del Presidente del Banco de Guatemala se explicó que este año tendremos un crecimiento económico que no se veía desde que el proceso de reconstrucción tras el terremoto de 1976 generó una actividad económica sin precedentes. Y según Sergio Recinos, Presidente del Banguat citado por Prensa Libre, ello se debe a una “combinación de política por parte del Gobierno, del Banco Central y de la Junta Monetaria como entidad autónoma y la respuesta del sector privado en cuanto a ser flexibles y muy adaptativos a las nuevas exigencias. En todo esto, las rupturas de las cadenas globales están favoreciendo a los mercados más cercanos a Estados Unidos, y eso también ha influido”.

El caso es que el país tendrá un crecimiento de 7.5% con respecto al año anterior en el que hubo una baja representada por -1.5% y que los factores citados por el funcionario como importantes en el indicador son la explotación de minas y canteras, con recuperación de 10.7%, industria manufacturera, que él califica como muy dinámica, 7.3%, construcción 9.4% y transporte 11.6% y eso es lo que para el funcionario explica ese crecimiento, además del factor rebote que se puede producir luego de una baja como la que provocó la pandemia en el año 2020.

De manera casi tangencial se menciona que la política de estímulos que ofreció Estados Unidos durante el año de la pandemia, tanto al empleo como al desempleo, beneficiaron a personas de origen latinoamericano, no sólo a guatemaltecos, lo que permitió “mantener los ingresos y hasta superarlos. Esto a su vez permitió el envío de más remesas familiares”.

No dudo, en absoluto, que el dinamismo de los empresarios locales haya tenido un efecto importante en el crecimiento de la actividad económica y que mucha gente supo manejar con ingenio y capacidad la crisis provocada por la pandemia, de la misma manera en que buena parte de los buenos rendimientos tienen que ver con el aumento de precios que hay mundialmente.

Pero no se puede negar que mucho del incremento de la actividad económica está íntimamente ligado a la capacidad adquisitiva que tiene el consumidor en el mercado local y el mismo es resultado del crecimiento de las remesas, es decir, del esfuerzo de los migrantes que en gran medida son el motor de la economía nacional porque por mucha flexibilidad y adaptabilidad que se hubiera tenido, sin consumidor con dinero entre la bolsa el empresariado local no hubiera logrado los resultados que ahora nos presenta el Presidente del Banco de Guatemala.

No se trata de regatear méritos a nadie, pero tampoco se le puede regatear el mérito al migrante que con su trabajo, luego de haberse ido huyendo por la falta de oportunidades, es ahora quien dinamiza el ritmo de nuestra economía.

Lo que no explicó el funcionario del Banguat es cuáles fueron las respuestas de política económica del gobierno que, según deja ver en la entrevista, fueron tanto o más importantes que las mismas remesas. Sería bueno que didácticamente nos explicara cuáles fueron esas acertadas respuestas que dio el gobierno, para hacer una evaluación objetiva de las mismas.

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