Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

post author

En estos días he recibido muchos mensajes de solidaridad y apoyo pero me llamó la atención uno del señor Luis Rolando Ríos Arriola que dice así: “Estimado Oscar Clemente: He de decirle que soy un conservador por ideología, tendiendo a ser un republicano, creyente acérrimo del libre mercado y un ferviente católico practicante.

Todos los días me informo por la tarde por su diario y leo su columna y la de su hijo regularmente (generalmente las únicas que leo del diario, anteriormente las del historiador Celso Lara).  Me gusta mucho cuando escribe sus aventuras por USA, son interesantes y entretenidas!!!!!!!!!!!!!!!

Me da la impresión que tenemos ideologías diferentes con el equipo del diario pero me parece que cumple su labor informativa profesionalmente y muy bien!!!!

Al igual que usted quiero una Guatemala mejor y próspera, creo que La Hora cumple muy bien su papel de periodismo en Guatemala (esto lo creo a pesar de no compartir ciertos criterios políticos con el diario).

Les deseo realmente que puedan seguir teniendo éxito profesional y siendo un medio destacado de larga trayectoria, son mis deseos de corazón.

Que como usted dice Que el Espíritu Santo los colme de bendiciones en su nuevo camino
saludos
Luis Rolando Ríos Arriola”.

Y digo que me llamó la atención porque la escribe alguien que afirma no pensar como lo hacemos en La Hora y se define como conservador, tendiendo a republicano, acérrimo del libre mercado y católico practicante, en lo que coincidimos. Déjeme decirle, don Luis, que si con algo sueño es con ser conservador para tratar de preservar algo que realmente valga la pena, un sistema que no muestre las fisuras del nuestro. Me gustaría tener opción a un libre mercado en el que quien tiene dinero no se adueña del sistema financiando campañas políticas para asegurarse privilegios que son, según la doctrina, no solo tan graves como las regulaciones, sino que causa de esas odiosas regulaciones que se terminan imponiendo para evitar los abusos.

En La Hora nadie puede encontrar que digamos que hay que quitar a unos para dar a otros. Creemos que todos debemos tener las mismas oportunidades para prosperar y mejorar las condiciones de vida. Mi abuelo decía que el Estado no estaba para hacer más ricos a los ricos sino para generar mayor número de ricos, tesis que seguimos sosteniendo en la medida en que la sociedad no lo puede hacer por esos privilegios que distorsionan el mercado.

Creo que hay muchos espacios para acuerdos aunque se tengan ideologías y pensamientos diferentes. Cuando hay sensatez se entiende que no queda espacio para divisiones ideológicas, alimentadas artificialmente, por quienes idolatran la corrupción por lo que les representa. Lo mismo da que robe un pícaro de derecha que uno de izquierda y los hay en ambos bandos, por lo que el esfuerzo por encontrar puntos en común entre quienes entendemos el daño del saqueo debe redoblarse.

Liberales o conservadores que piensen en resolver los problemas esenciales de un país que se pudrió hasta las raíces estamos obligados a entendernos porque sin eliminar ese vicio no iremos a ningún lado.

Gracias de verdad don Luis por sus conceptos sobre nuestra labor porque exactamente así es. Queremos una Guatemala diferente, incluyente y que no exporte a su gente. Y cuando la tengamos, tendrá en mí al más fervoroso de los conservadores.

Artículo anteriorGiammattei debe dar la cara a la “vacunada rusa”
Artículo siguienteLa mala gestión