Emergencia Hospital San Juan de Dios
Hace unos años un grupo de pandilleros se adueñó de nuestra casa, destruyeron todo lo que pudieron, logramos sacarlos de allí, pero encontramos la casa literalmente en ruinas, todo despintado, paredes roídas, piso levantado, el baño se convirtió en letrina inservible, sin servicio de electricidad, ni una gota de agua disponible, todo sucio, sin techo.
Ahora que regresamos a vivir a esta propiedad es casi inhabitable y urge acomodarnos porque no tenemos dónde más hacerlo, y no sé por donde empezar. Debemos reconstruir todo, pintar la casa, poner techo, poner baños, restaurar el agua y la luz, amueblar, comprar refrigeradora, estufa, etc. Necesitamos dinero para invertir y un equipo de albañiles, electricistas, ingenieros, arquitectos pintores, y todo aquel que pueda ayudarnos a poder vivir dignamente.
Hago esta analogía porque durante años el Hospital San Juan de Dios ha sido como nuestra casa, los salubristas hemos sufrido la invasión de muchos delincuentes que administraron el nosocomio, se aprovecharon e hicieron una piñata con los fondos destinados a la noble función de servir al prójimo e intentar devolverles la salud, y literalmente destruyeron “nuestra casa”.
Por años y durante varios gobiernos pasados, el autor de la presente y muchos salubristas hemos denunciado públicamente este saqueo al sistema, hemos pasado por muchos espacios administrativos, ministerios, Congreso y el mismo despacho presidencial, recibiendo solo la burla de tanto político sin principios.
El San Juan de Dios es uno de los hospitales emblemas del sistema de salud, un lugar que lo veo sagrado porque a pesar de tanta destrucción y decadencia, soy testigo de cómo se han salvado y se seguirán salvando vidas, dando esperanza a todo aquel que llega buscando atención. Lamentablemente esta atención muchas veces no es óptima porque hace décadas el personal de salud carecemos de las herramientas adecuadas para tratar; vivimos en el hacinamiento, la pobreza y la ausencia del Estado. Esperamos que el Ministerio Público inicie acciones de inmediato para perseguir a quienes desfalcaron los hospitales y jugaron con la vida de muchos guatemaltecos, ellos tienen gran responsabilidad civil, histórica y penal. Aún a la fecha nos preguntamos: ¿Dónde está el dinero?
Hoy, tenemos la esperanza de que en esta etapa democrática exista un verdadero cambio y se le dé la atención a este sistema hospitalario que está en ESTADO DE CALAMIDAD. Pero además de la esperanza tenemos la firme exigencia de que se trate el tema de salud y especialmente los hospitales con la premura que amerita. Necesitamos que de urgencia nacional se articule el Estado, YA.
El Ministerio de Salud ha reconocido una millonaria deuda de la administración pasada que está afectando el abastecimiento urgente de insumos básicos, entonces el Ministerio de Finanzas debe de proporcionar los suficientes recursos económicos en todos los rubros que Salud necesita, para empezar a hacer flotar el barco. Si no hay recurso económico el Ejecutivo tiene que dar el grito de auxilio y el Congreso deberá intervenir para buscar este recurso, reivindicando acciones denigrantes como los 600 millones que el año pasado trasladaron de salud a carreteras, y hoy no sabemos su destino final.
Son muchos los insumos y medicamentos que están en cero, y por uno que no haya son cientos de pacientes los que sufren. Señores gobernantes URGE QUE LE PONGAN ATENCIÓN a los hospitales y abastezcan en calidad de urgencia a este sistema en caos, nos debemos a los guatemaltecos y la Constitución garantiza el acceso y la atención a salud a los mismos, eviten violar este derecho inalienable. Son muchas las acciones que deberán tomar para rescatar el sistema, algunos a corto plazo, otros a mediano y otros a futuro, pero HOY SE NECESITA DE URGENCIA abastecer los hospitales.
Los salubristas queremos atender bien a la población. Como lo hemos hecho en anteriores gobiernos: rogaremos, pediremos, exigiremos y pelearemos por un sistema de salud pública digno para nuestros compatriotas.