En los últimos 14 años el deporte ha recibido del aporte constitucional más de Q16 mil millones, dinero que solamente han permitido aprovecharse, a más de 20 familias, del dinero de los impuestos que paran en los bolsillos de estas personas “enquistadas” con plazas dentro del deporte olímpico y federado. En la actualidad existen más de 250 contratos, cuyos salarios se llevan el 70 por ciento del presupuesto anual.
Todos estos datos han sido obtenidos por medio de la Oficina de Información Pública de ambas instituciones y que permiten hacer una radiografía de la “piñata” que significa dirigir estos entes deportivos, que se amparan en la autonomía y que al final de cuentas es solamente una fachada que ha enriquecido a una “clica” que tiene cooptado el deporte olímpico.
Cómo ejemplo podemos poner el salario del gerente de la Confederación Deportiva Autónoma Guatemalteca -CDAG-, Luis Madrid, mano derecha de Gerardo Aguirre Oestmann, quien recibe Q93 mil mensuales, casi el salario del presidente de la República, lo cual es un “monumento a la corrupción”, debido a que cuando ingresó al ente deportivo ganaba menos de Q20 mil.
Esos son los “sueldos” que se recetan los que se pliegan a los caprichos del señor Aguirre Oestmann, quien se dice ha metido alfiles al gobierno de Bernardo Arévalo y que por eso logró que el mandatario buscara una reunión en Suiza, con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, para que sea levantada la suspensión que pesa sobre el deporte olímpico.
Espero de todo corazón que al mandatario no le gane el “patriotismo”, porque nadie sabe para quién trabaja y en este caso lo hace para un grupo de personas que únicamente buscan “engordar” sus billeteras, pero el resultado de estos 14 años de gestión, se puede medir con el simple hecho de que no existe, ni una sola obra de infraestructura, que mejore el acondicionamiento físico de nuestros atletas.
Incluso el gobierno salvadoreño de Nayib Bukele ha ofrecido organizar los Juegos Centroamericanos y del Caribe, evento que no podemos montar nosotros, porque carecemos de los escenarios deportivos, para llevar a cabo unas justas deportivas de esta magnitud.
¿Pero a quién le endulzaron el oído?, pues la primera que cayó en la trampa, por su relación matrimonial, fue la diputada del Movimiento Semilla, Victoria Palala, esposa del dirigente deportivo de TECBOL, Erick Vinicio Acevedo Cospin, quien supuestamente la “engatusó” para que participara en un homenaje en la Ciudad Olímpica, zona 5, el pasado 7 de diciembre, al busto de Juan José Arévalo Bermejo, padre del actual mandatario. En dicha actividad participaron tres personajes que son los “hechores” intelectuales de la suspensión que pesa sobre el deporte guatemalteco.
El gobierno tiene la idea que con reformar la Ley Nacional para el Desarrollo de la Cultura Física y del Deporte, decreto 76-97 del Congreso de la República, van a levantar la sanción del COI, pero lo que hacen en realidad es trabajar para otros, no es la solución que se necesita y no siempre el que corre mejor gana, lo primero que debe hacerse es sanear las entidades deportivas, porque como funcionan en este momento, solamente saca beneficio un grupo de “politiqueros” aprovechados del dinero de los impuestos.
El legislador que representa al partido Cabal, Mario Velásquez, tiene “en sus manos la iniciativa 6149, quien cree que con esta modificación el COl nos permita usar la bandera de Guatemala en las justas olímpicas”. Lo que no alcanza a ver Velásquez es que esta iniciativa no cambia nada de lo que se vive y lo que se debe buscar es hacer cambios estructurales dentro del COG y la CDAG.
Lo que pretende la gente de la CDAG es cambiar los estatutos y que reconozcan la Comisión Electoral, creada recientemente, la cual decide quién participa en las elecciones y quién no y como está organizada en este momento únicamente beneficia a los que dirigen los destinos de nuestro deporte federado.
Es importante comentar que existe una resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC), que señala que la CDAG se ha extralimitado en sus funciones y que ha modificado la Ley del Deporte, cuando esa función solamente le compete al Organismo Legislativo y eso ha impedido que los Aguirre-Madrid se salgan con la suya.
Aunque la CC todavía tiene en sus manos otro recurso de amparo sin resolver, la sentencia favorecería, a las actuales autoridades, que han presentado un desistimiento que dejaría abierta la puerta para que siga el “chinchilete” que hemos vivido en los últimos 14 años en el deporte olímpico y federado.