Es totalmente vergonzoso lo que hemos vivido y lo que nos falta por vivir, en este proceso eleccionario 2023-2028, los Partidos Políticos nos han demostrado que únicamente son vehículos electorales fallidos, no tienen nada que ofrecer para buscar desarrollo y oportunidades de vida para las nuevas generaciones.
Hemos sido parte de una campaña “politiquería” como nunca antes vista, solamente tres o cuatro Partidos Políticos, si se les puede llamar así, han demostrado tener una organización partidaria, con puestos y dirigentes definidos que podrían ofrecer algo para este país, pero que al final de cuentas sus intereses personales y económicos los mueve únicamente para alcanzar la “gallina de los huevos de oro”.
Un Estado tan debilitado como el guatemalteco, permite que cualquiera quiera llegar a ocupar un cargo público bajo el derecho de elegir y ser electo, pero lo lamentable es que su principal motivación sea hacer “negocios”, porque en el transcurso de la contienda tuvo que pagar para ser “candidato” y eso hace que lo vean como una empresa, invierte y al final tiene que recuperar el dinero aportado.
En este proceso electoral se han visto candidatos con una propuesta de “niños de primaria”, incluso de más bajo nivel, creen que poner una fotografía en una pancarta y decir que es candidato para tal cargo, los hace merecedores del voto de la población, pero no es así y la verdadera encuesta será el próximo 25 de junio en las urnas.
El 74 por ciento de los actuales diputados, tienen el cinismo de buscar la reelección, cuando no han hecho nada, para mejorar la calidad de vida de los 19 millones de guatemaltecos, quienes en su mayoría se encuentran en un estado de pobreza y extrema pobreza, sin tener una oportunidad de tener una mejor oportunidad de vida.
Y los candidatos alcaldes, tampoco se salvan de la mediocridad, por allí andan unos que los sacan de las comunidades por su mala gestión y por esa razón es que se aliaron al Partido de Gobierno para que estos les dieran comida, calzado, láminas y otros enseres que les ha permitido buscar un voto de gente que la deslumbran con “espejitos”. Lo bueno en este caso, es que muchas personas han despertado y no se dejan manipular por los “politiqueros ediles”, quienes se sirven con la cuchara grande las dietas y caja chica para hacerse de sueldos fuera de la realidad de las comunidades que dirigen.
Lo que no se ponen a pensar estos “politiqueros municipales” es que la población los señala, por lo bueno y malo que realicen durante su gestión, y todo salta a la vista con las carencias que viven las comunidades, sobre todo las del área rural, donde hacen falta los servicios esenciales como drenajes, agua y alumbrado público.
Pero lo que si tiene todo arreglado y en buen estado es el área donde vive el Alcalde, tiene la mejor casa y la calle pavimentada, su nivel de vida cambio y es el nuevo “tatascan” de la comunidad (la persona de mayor importancia en un pueblo, en una institución o en el Gobierno, por su dinero, su origen familiar o el puesto que ocupa.), eso no puede faltar y se puede ver a simple vista.
Por eso es tan importante, en este momento que se vive, que los ciudadanos nos preocupemos por conocer a esos “personajes” que quieren llegar a un puesto público, analizar que ofrece y que está dispuesto hacer para cambiar el rumbo de una nación que merece una verdadera clase política y no esta “partida de politiqueros” que cada cuatro años desfilan y se convierten en los nuevos ricos de este país.
