Marco Trejo
Los guatemaltecos no necesitamos de “migajas”, los guatemaltecos somos gente trabajadora, gente responsable y sobre todo gente honesta que lo que necesita es tener las condiciones necesarias para satisfacer necesidades sociales, de las cuales carecemos, porque los “politiqueros” solamente llegan a aprovecharse de los impuestos.
Los “politiqueros” son los que se dedican a dar ayudas, son los que promueven que los ciudadanos pongan la mano para todo y hacen que a las personas se les olvide que la vida necesita de esfuerzo, sacrificio, pero sobre todo que trabajemos para llevar el alimento a la mesa de nuestras casas.
Pero todas esas ayudas que vemos cada cuatro años, no son porque los “politiqueros” son buenas personas, no son gratis, son un “gancho” para pedir el voto, esa es la única intención que conlleva esa lámina, esa bolsa de comida, esos Q200 que supuestamente “regalan” para que digan ese es el “gallo” que necesita Guatemala para salir del “hoyo” en el que nos encontramos.
Pero lo que debemos analizar, es que ese voto es el que le permite al “politiquero”, llegar al poder y al día siguiente, de ser juramentado en el cargo, se olvidan de lo que ofrecieron en tiempo de campaña. Ya no les importa nada, lo único que hacen es ver la forma de hacer “proyectos” que les dejen grandes “negocios”.
Los “politiqueros” han llegado al colmo de ofrecerle a las mujeres que les darán Q5 mil para emprender un negocio, pero ojo con esto: que ese dinero lo darán únicamente si llega a ser el Presidente de la República. Un ofrecimiento totalmente descarado e indignante.
Los verdaderos políticos no tienen la necesidad de ofrecer regalos, ellos lo que hacen es cumplir con un Plan de Trabajo que tienen diseñado, con el cual van a garantizar las condiciones de un buen sistema de salud, de educación, de infraestructura que permita, que todos tengamos las mismas oportunidades de vida, y no como sucede en este momento, que los únicos que logran un cambio en sus vidas son los “politiqueros”.
Estos personajes si se enferman no van al sistema hospitalario nacional, porque saben que no es bueno, que carece de muchas necesidades para dar un servicio eficiente, ellos acuden al sistema privado de salud. A sus hijos no los inscriben en las escuelas o institutos públicos, porque también saben que no cuentan con las condiciones mínimas para dar conocimientos y que sus “retoños” van a tener que recibir sus clases sentados en el piso. Aunque se enoje la Ministra de Educación, pero es la realidad.
Entonces sí ellos mismos (los funcionarios públicos), no creen en el sistema que administran, a su sabor y antojo, menos podemos creer nosotros que somos los que usamos los servicios públicos y comprobamos diariamente que adolecen de muchas cosas, para satisfacer las necesidades de las personas.
Por eso se hace necesario que este 25 de junio de 2023, cuando se realicen las Elecciones Generales, pensemos lo que significa dar nuestro voto, pero sobre todo a quién se lo vamos a confiar, porque Guatemala merece un cambio que permita que le demos “vuelta de calcetín” a una nación que, en este momento, no ofrece una oportunidad de vida a las nuevas generaciones.
Lo que necesitamos de los próximos gobernantes, es que demuestren un cambio de hacer gobierno, que se dediquen a trabajar y que hagan las cosas con transparencia, honestidad y sobre todo con profesionalismo, para que como nación podamos salir adelante, enfrentamos una crisis inflacionaria nunca antes vivida y por eso es que necesitamos un ente gubernamental que tenga políticas de desarrollo social.