Son tan abundantes los ejemplos que nadie puede dudar sobre el doble rasero que se usa en Guatemala para aplicar la justicia. Ayer, mientras a la gerente del diario elPeriódico se le recluyó en el Zavala sin siquiera haber tenido derecho a una primera declaración, el Juez suplente Julio Vásquez Xol, del juzgado a cargo del proceso por corrupción en el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, otorgó medida sustitutiva que consiste en arresto domiciliario a Yeison (sic) Broderson (sic) Samayoa Velásquez, quien fue detenido en su calidad de Director del Insivumeh.
Todos los casos contra quienes de alguna manera han colaborado en la lucha contra la corrupción se diligencian en el mayor secreto y los sindicados son refundidos en la cárcel mientras que entretienen los procesos para prolongar esa privación de libertad. Exfiscales, investigadores o periodistas no tienen la dicha que tienen los implicados en reales casos de latrocinio, pues poco a poco, paulatinamente, están siendo devueltos a sus casas porque los magnánimos juzgadores no consideran necesario mantenerlos en prisión.
En el caso del Insivumeh el colmo es que no se ha procesado al diputado que estaba atrás de toda la movida y a quien se le había entregado el control de la institución como compensación por sus “valiosos” votos, tan útiles para el oficialismo. Dentro de ese juego macabro de consolidar una Dictadura de la Corrupción, son muchas instituciones públicas que se han convertido en una especie de caja chica para asegurar lealtades dentro del Congreso de la República y el que fuera una entidad prestigiosa, el Insivumeh, en la que siempre estuvieron técnicos al frente, hasta que este gobierno colocó a sus alfiles, terminó siendo fuente de jugosos negocios.
Pero por lucrativos que hayan sido no se puede procesar al que coordinó los trinquetes y quien los ejecutó simplemente va a su casa sin tener que soportar esa prisión que está reservada para los que le caen tan mal al régimen que se ha encargado de perseguir a todo aquel que de alguna manera haya sido pieza importante en el esfuerzo por desbaratar la red de saqueadores que explota al país.
Y así como cada día serán más los procesados como resultado de casos que se van montando, literalmente, también aumentará el número de los beneficiados con “medidas sustitutivas” de las que pueden gozar en tanto se llega al momento en que se les deje libre de toda responsabilidad en el tenebroso marco del régimen de impunidad que sustituyó en Guatemala al régimen de legalidad.