Ayer se conoció que, con el apoyo de Taiwán, se contrató servicio de cabildeo en Estados Unidos para promover los intereses de Guatemala (gobernada por Alejandro Giammattei) en Estados Unidos. Foto. Flick Gobierno.

Oficialmente la Cancillería informó que con el apoyo de Taiwán se contrató servicio de cabildeo en Estados Unidos para promover los intereses de Guatemala en Estados Unidos, señalando que buscan mejorar en temas de comunicación estratégica, atracción de inversión económica y turística, así como mejorar el posicionamiento del país para la promoción de productos de pequeños productores. Rebuscaron tanto las palabras que no pudieron redactar fluidamente el texto porque ellos saben que esa es la paja para no decir que se trata de la ofensiva de Giammattei contra el gobierno de Biden y que está orientada a estrechar vínculos con los republicanos que, según esperan, puedan retomar el control de las dos Cámaras en noviembre.

Y la jugada está bien pensada porque la participación de Taiwán pone en un brete a Washington, toda vez que estrecha la alianza de Guatemala con ese país que no goza de reconocimiento mundial y que ha perdido valiosos aliados, lo que significa que Guatemala se aleja mucho de China y eso es algo que importa e interesa mucho a la Casa Blanca.

Taiwán ha sido hábil en el manejo de sus reducidos contactos y muchos de ellos son producto de las “inversiones” que han hecho para sobornar a políticos y comprar conciencias de influyentes personajes. No por gusto han sido las romerías de periodistas y empresarios que viajan a cuerpo de rey para visitar ese remoto país, regalo que se agradece con el devoto compromiso hacia la causa taiwanesa. Se habla mucho del caso Portillo porque es el único que fue acreditado con los cheques recibidos, pero prácticamente todos los que han llegado a la presidencia han recibido dádivas como “ayuda de campaña” y la lista de políticos financiados es interminable.

El cabildeo es importante y no se trata de la primera vez que se contrata una firma especializada para trabajar por los “intereses” de algunos guatemaltecos que no son precisamente los intereses de un pueblo que paga el pato de los malos gobiernos y se ve forzado a emigrar. Pero este año se vienen tres temas puntuales que alientan a gastar en mejorar los contactos con los aliados, aquellos que no le hacen el feo a la corrupción. La destitución de Erika Aifán, el nombramiento de Fiscal General y de Procurador de los Derechos Humanos son temas vitales para Giammattei y la gente que le arropa; parte del cabildeo será ofrecer engañosamente que el país quiere mejorar su Sistema de Justicia y que las decisiones serán basadas en esa ficticia meta.

Taiwán nunca mueve ficha sin comprar conciencias y lo vuelve a hacer poniendo a los gringos contra la pared al aliarse con un gobierno del que se ha distanciado por la corrupción.

Redacción La Hora

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