La muerte de Blanca Lesbia Ramírez Chacón y de su hija Angie Nicole Caceros Ramírez provocó conmoción en Guatemala. Foto La Hora/Autor por establecer.

La muerte de Blanca Lesbia Ramírez Chacón y de su hija Angie Nicole Caceros Ramírez provocó conmoción en Guatemala porque se trata de uno de los tantos crímenes cometidos en el seno intrafamiliar contra mujeres, lo que pretende no sólo castigar sino prevenir la Ley contra el Femicidio vigente en el país, entendiendo que ese delito se tipifica por el ataque o acoso a una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia. Es una verdadera tragedia, un gran drama, el que se vive en la sociedad guatemalteca con relación a la indiferencia que en muchos sectores provocan estos crímenes que se siguen manifestando como expresión de un machismo tan arraigado que produce actitudes misóginas especialmente en el seno de las mismas familias, en donde se producen hasta ataques que resultan mortales.

Las autoridades tienen el deber y la obligación de realizar investigaciones serias para sentar precedentes que pongan fin a esa ola de acciones brutales, físicas o psicológicas, que se producen con tanta frecuencia en el seno de las familias. Es importante, por supuesto, la educación y formación para tratar de combatir atavismos culturales que aún persisten y de esa cuenta es que la correcta aplicación del espíritu de la Ley contra el Femicidio es fundamental, así como evitar que se haga uso de la misma con fines espurios o de impunidad.

Creemos y promovemos la igualdad absoluta entre todos los seres humanos, repudiando cualquier forma de violencia, física o verbal, que se pueda producir contra la mujer por el simple hecho de serlo. Pero no basta con repudiar sino que es indispensable garantizar la correcta y justa aplicación de la ley en esos casos para que los precedentes vayan ayudando a cambiar comportamientos que deben ser ampliamente repudiados y que, tristemente, se repiten a lo largo y ancho del país.

La Ley de Femicidio no es un privilegio para la mujer sino producto de una necesidad clara y precisa que tuvo el Estado para regular una materia en la que se producen muchos hechos que no sólo denigran a la población femenina, sino que expone a muchas a sufrir malos tratos y agresiones que, como en este caso, terminan en el asesinato brutal.

Esperamos que las autoridades resuelvan con diligencia las investigaciones, de manera tal que se pueda llevar a juicio al responsable de un doble crimen indignante y que merece un severo castigo.

Redacción La Hora

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