Las fotografías que circularon ayer, captadas en el Hospital Temporal de Villa Nueva provocaron una masiva reacción de la ciudadanía porque, obviamente, la situación escapó ya de control no obstante que las autoridades de salud propusieron algunas acciones pero, si siguen guardando silencio, literalmente terminarán cargando ellos con todos los muertos, como ya pasó con el negocio de la vacuna rusa en el que tranquilamente les endosaron el paquete.
Pero lo que parece incapacidad o desidia presidencial parece tener otra intención y ser parte de un malévolo plan. Hoy por hoy el Covid le importa un pepino a Giammattei que sólo piensa en las investigaciones que llevaba la Fiscalía Especial Contra la Impunidad en su contra y que están ya cobrando cuerpo en la opinión pública con detalles como el del negocio portuario de los rusos. Él sabe que tiene la soga al cuello y tiene que encontrar la manera de ganar tiempo y hacer que la población se ocupe en otros asuntos y no en la corrupción. Y para ello nada mejor que esta nueva ola en la pandemia para convertirla en el gran distractor.
No sólo se evitará con ello que los ciudadanos participen en manifestaciones de cualquier tipo sino que cada uno andará más preocupado por ver cómo no se contagia, evitando así la muerte, que en los negocios presidenciales. Y la distracción popular, por un tema de verdad preocupante y grave, puede permitirle estirar un poco la pita para que ni los guatemaltecos que ya van sabiendo más detalles de los casos, ni los extranjeros que ya conocen todos los detalles de esos casos, hagan algo para que rinda cuentas por los señalamientos que pesan en su contra y de los que no hay aún pruebas judicializadas porque precisamente para eso se ordenó a Consuelo Porras que desarmara la FECI.
Al fin al cabo a Giammattei la vida de los guatemaltecos le importó un pepino con el tema de la vacuna, en el que seguimos a la zaga, y eso que recibimos millonarias donaciones, sobre todo de Estados Unidos. Prefirió andar de arriba para abajo y ahora como que hace lo mismo porque no hay forma de que él y su gabinete se reúnan para conocer la realidad de la pandemia y lo que significa el que la mortal variante Delta se esté propagando entre una población que no tiene la suerte de estar vacunada. Mientras nos preocupamos por pacientes tirados en el suelo de los hospitales y por la muerte, él puede estar mucho más tranquilo.
