Jorge Santos

jsantos@udefegua.org

Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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Por Jorge Santos

Los últimos tiempos no han sido nada buenos para la población guatemalteca, la alianza criminal que nos gobierna se empeña cada vez más, en hacer de este país, un reino en donde las personas vivan indignamente y llenos de hambre, miseria y violencia, mientas un pequeño grupo de delincuentes se adueña de todo y no permite que el resto de la sociedad prospere. Durante los años de Jimmy Morales como presidente y ahora con Giammattei se ha instalado una estrategia, claramente diseñada y financiada desde la oligarquía, que persigue restaurar y consolidar un régimen de violencia, corrupción e impunidad.

Prácticamente la captura absoluta de las instituciones públicas, ha sido el objetivo para consolidar dicho régimen y con ello, producir todos los agravios contra la población guatemalteca que hemos observado; robo, saqueo en ministerios tales como el de Salud Pública y Asistencia Social, Educación, Gobernación, entre otros.  Poco o nada les importó robarse el dinero de vacunas contra la COVID 19 y hoy menos les importa el vencimiento de millones de estas. Nada más les importa, que saquear y llenar los bolsillos de rancios oligarcas y corruptos de quinta.

Sin embargo, en este país de resistencias ancestrales hemos sabido arrebatarles todas sus posibilidades de hundirnos aún más.  La población guatemalteca a lo largo y ancho del territorio está impulsando procesos de resistencia que permiten construir propuestas plagadas de esperanza y posibilidades de futuro.  Desde las acciones de declaratorias de No Grato contra Alejandro Giammattei, hasta la presentación de serias objeciones contra candidatas y candidatos a Fiscal General y Jefe del Ministerio Público, son algunas de esas acciones que a manera de cuenta gotas, van inundando nuestros días.

Nombrar estas acciones, es ir derrotando a la Alianza Criminal, es ir hilvanando la gran estrategia de derrota del Pacto de Corruptos. Nombrar por ejemplo la capacidad de la juventud, de las organizaciones de mujeres, de la población LGBTIQ+ para oponerse a la Ley 18-2020.  Nombrar la Asamblea Permanente del personal médico y sus manifestaciones en la calle, es ganarle paso a la apatía y a negarse a vivir en medio de la anomía que produce este régimen; nombrar la publicación de investigaciones y artículos periodísticos sobre hallazgos de corrupción, violencia y colusión, como la recién publicación sobre la CGN-Pronico o sobre empresas constructoras, como Sigma, coludidas para llevar a sus principales actores a puestos de decisión, van restando a la Alianza Criminal y sumando a la capacidad de los Pueblos.

Dos últimos hechos suman a esta posibilidad de construir esperanza y futuro para la población, la primera de ellas, la candidatura de Jordán Rodas para Rector de la Universidad de San Carlos, que en poco tiempo ha aglutinado a la reserva moral de dicha casa de estudios y hoy disputa a las mafias el control de la Universidad y por último la liberación de Bernardo Caal Xol, defensor de derechos humanos, injustamente detenido y condenado por defender el agua, la vida y los ríos.

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