Jesús Alvizures
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Vamos en picada con la carestía de la subsistencia y los gobiernos complacientes como el nuestro callado pudiendo aportar subsidio que es otra mañosería, pero en parte suple. El aumento a la Luz eléctrica siempre se ha dado y la tarifa social es una estafa que no es aplicable, pues es de 1-88 KW, que no hay usuario que eso consuma, en el renglón normal aumentos solapados que no se dan a conocer, las gasolinas y el gas propano se dispararon y el aparato gobiernista no defiende al pueblo de estas embestidas inhumanas, porque el Covid-19 y sus variantes siguen su curso y ha escaseado el trabajo; los capitalistas del petróleo ven que el contagio está diezmando los pueblos y le dan el tiro de gracia con elevar el precio de la derivación del oro negro.
Los Ministerios y el mismo Giammattei tienen que parar la carestía de la canasta básica, originada esta por los pulpos que desde hace muchos años exprimen al pueblo y los pueblos en pobreza siguen siendo maniatados por el poder económico y los gobiernos La ciudadanía ya no debe permitir estos abusos porque vamos al abismo donde se debaten los que todo lo ven normal como el comediante Jimmy Morales de mal recuerdo y es anormal. Vamos gobierno dé al pueblo lo que es del pueblo con acciones positivas.
Ya párenle a la corrupción; porque la ambición es mala consejera y la acumulación de riquezas no se debe dar a costa de un pueblo con hambre y sed de igualdad de derechos en el contexto ciudadano; no hay que hacer más pobre al pobre y al rico más rico, ni presumir de dineros mal habidos, que es la lacra que carcome a la sociedad necesitada, esta que vive del accionar laboral en sus distintas fases de desarrollo, miremos la preeminencia del futuro con ojos positivos de progreso; ese progreso que vendrá si actuamos conociendo cómo el enemigo poderoso nos quiere arrastrar anulando nuestros derechos esenciales para la subsistencia.
Los gobiernos son elegidos por el pueblo para representarlo no, no para esclavizarlo con argumentos dictatoriales que van destruyendo la fe y la esperanza, parte de los gobernados no se pronuncian en contra de las arbitrariedades que se cometen a la sombra de una falsa democracia, en la que solo ellos creen por conveniencia propia; más están fomentando la pobreza de los moradores de los llamados corredores secos donde hay hambre y desnutrición generalizada. ¿Por qué? porque se es esclavo de las tiranías que circundan una nación que desea ser libre y soberana, rompiendo las cadenas que le atan a la corrupción. Se cree que la basura política algún día será arrastrada al lugar que le corresponde y, entonces se encontrará el reencause a los derechos que como ciudadano se tiene, fuera de la opresión que ha capturado a las masas desposeídas que obligadas por su pobreza migran en busca de un nuevo horizonte que les permita ver un nuevo sol de esperanza.