Jesús Alvizures
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El gobierno y su rosca está generando estas protestas, a las cuales se unen cada día nuevas organizaciones pidiendo la renuncia de Consuelo Porras y Alejandro Giammattei y sus secuaces en diferentes puestos clave. La renuncia se exige para una reorganización del actual sistema corrupto, este que tiene al ciudadano guatemalteco en la calle de la pobreza por: La pandemia Covid-19 y sus variantes; carestía en la Canasta Básica; falta de trabajo; falta de ayuda; fuga de capitales; endeudamiento; escasa cobertura social; hospitales colapsados y sin insumos según la queja; delincuencia común y organizada; acciones de secuestro y asesinato; violaciones en general.
La Ley ha sido acomodada a intereses; todos bailan al compás de la orquesta gobiernista que tiene el rábano por las hojas y se aprovecha de no dar al ciudadano lo que merece para sobrevivir a esta embestida que no estaba registrada en la historia presente; ha habido malos gobernantes que han desfilado a través del tiempo y han dejado al pueblo despojado de sus activos; rumiando su pobreza y renegando de quienes se beneficiaron con este sucio negocio de Estado, se dijo en su oportunidad para la descentralización de los bienes estatales. Las justificaciones sobran, más la idea fue captar capitales bajo la mesa y salir del poder a disfrutar de ellos sin ningún gesto humanitario para aquellos que les sirvieron de escalera para escalar las gradas del Guacamolón; Palacio Nacional de Guatemala convertido en Palacio de la Cultura, está que se da acomodada y lo menos que hay es apoyo; los millones para una amplia cultura se evaporan por los canales de la corrupción, sus dirigentes o ministros nada sustantivo hacen.
Cuando alguna Asociación u organización solicita su colaboración le dicen que no hay fondos disponibles; el Ministerio de Cultura no le da ayuda a los artistas que necesitan superarse y sus establecimientos están sin mantenimiento. Es necesario que se ponga en ese Ministerio a personas honorables dentro del arte en sus diferentes formas y no a políticos, que lleguen a vaciar el arca económica, porque ahí estriba el fracaso y falta de entendimiento sobre lo que es cultura.
En relación a justicia se ha visto que doña Consuelo Porras después de tenderle la cama al fiscal Juan francisco Sandoval ha andado tirando batazos al aire, primero puso a Carla Valenzuela hablando maravillas de ella, pero como seguramente no se plegó a sus exigencias le dio el tiro de gracia y puso a José Rafael Curruchiche un personaje altamente cuestionado por su mal actuar como juez, al clamor nacional e internacional sobre la destitución de Sandoval doña Consuelito pone oídos sordos; su terquedad de no renunciar aún el pueblo se lo exige junto a su jefe Giammattei pasarán a la historia negra de descaro, la ciudadanía que les dio el poder lo está revocando, si son personas racionales deben irse por donde vinieron, nomás dejen lo que se dice han malversado a la sombra del covid-19. Es lamentable que un mandatario pierda honor y credibilidad. Y ahora el 19-8-2021 acarrea gente de La Terminal armada, para crear confrontación con manifestantes pacíficos que piden su renuncia. Quieren guerra del pueblo contra el pueblo. Circulan gráficas de Allan Rodríguez con personas en La Terminal. Gente indeseable que es mercancía vendible; Ya pasó esto con el payaso Jimmy Morales. Fuera del poder.