Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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GRECIA AGUILERA

La tradición de la solemne festividad del Señor de Esquipulas, celebrada cada 15 de enero, nace de lo más íntimo del espíritu de los creyentes católicos de Guatemala hacia el mundo; esta magnífica imagen fue creada en 1594 por el escultor de origen portugués Quirio Cataño, fue llevada a la villa de Esquipulas en 1595 y trasladada a la Basílica que lleva su nombre el sábado 6 de enero de 1759.

Es admirable el trabajo que realizó el artista con sumo cuidado, amor y pasión; para mí es una de las esculturas más perfectas del Cristo Crucificado que manifiesta una vez más la flagelación, tortura y tormento que sufrió Jesucristo Dios Hombre previo a su muerte, ante el castigo más infamante de la época: la Cruz.

En el transcurso de los siglos este madero fue convertido en el símbolo perdurable y supremo del cristianismo; Flavio Valerio Constantino El Grande, al elevar su Cruz repetía con ansias: “Por este signo venceréis”, y así, pienso que la sublime inspiración de Quirio Cataño predominó en el hermoso trabajo del rostro del Señor de Esquipulas, en él se contempla un semblante que revela la omnipotencia de Dios y fortalece el espíritu y el alma.

El nombre de Jesucristo proviene del griego Kristos que significa “El Ungido” y del nombre hebreo Joshua, es decir Salvador o El Señor es Generoso; ahora el Templo del Señor de Esquipulas fue elevado al rango de Basílica el 16 de abril de 1961 por el Papa Juan XXIII.

Desde el principio de su historia la Ciudad de Esquipulas ha sido visitada por incontables creyentes y personalidades, por ejemplo, fue sede de dos importantes reuniones de presidentes centroamericanos para concertar la firma de los Acuerdos de Esquipulas I y II en mayo de 1986 y en agosto de 1987 respectivamente, con el fin de pacificar la región.

El 18 de julio de 1980, la Basílica fue visitada por la Santa Madre Teresa de Calcuta, y el 6 de febrero de 1996 por el Santo Papa Juan Pablo II, quien expresó en su discurso: “Esta imagen, tan venerada por los guatemaltecos y los habitantes de los países vecinos, es como una luz que nos revela el camino hacia Dios, la Cruz de Jesús tiene un valor y un significado siempre vivo y actual, pues de ese madero brotan incesantemente para todos, los frutos de la Redención, en ella están las raíces de la vida nueva, a la vez que nos abre continuas esperanzas y perspectivas.”

Y agregó: “Por eso, hemos de alimentar nuestra fe con una continua meditación del misterio redentor que se realizó, de una vez para siempre, en el Gólgota. Y junto a esta entrañable imagen están la Virgen María, el apóstol Juan y María Magdalena, ellos son testigos de aquel sublime momento y nos invitan a permanecer en actitud de fe y devoción junto a la Cruz de la que nos viene la salvación.”

Asimismo, en el año 2009 con motivo de cumplirse 250 años de la construcción y bendición de la Basílica, la Dirección General de Correos y Telégrafos de Guatemala, emitió una estampilla postal en la que se contempla la fachada de la Basílica, toda iluminada junto al Cristo de Esquipulas.

La excelsitud de tan venerada imagen me inspiró el poema titulado “Magnificencia Absoluta”, que manifiesta:

“Cristo, eterno cardinal

sea tu rostro devoción de los días

sean tus brazos túnicas piadosas

sean tus piernas inmóviles columnas.

Cubre con tu cuerpo la atmósfera celeste

transita impoluto en los valles y comarcas

enaltece las almas hebras de tu espíritu.

Cristo, ruego del tiempo sideral

sahumerio de aguas sacrosantas

costado escarlata carmesí

eres luciérnaga

vereda nocturnal

paraje continuo

sangre de los siglos ancestrales.

Cristo, cénit radiante en la arboleda

lienzo abstracto en las estrellas

majestad de punto al infinito

lágrima perla y rocío

cruz triunfal en la vigilia.”

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