Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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El martes 25 de mayo de 2021 la Oficina de Prensa de la Santa Sede, brindó a través de Internet, una conferencia de prensa para informar sobre “la conclusión del Año Especial en el quinto aniversario de Laudato si’” y también presentar la Plataforma de Acción de dicha encíclica del Santo Padre Francisco. Se contó con la participación de: Su Eminencia, Cardenal Peter K. A. Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Joshtrom Isaac Kureethadam, coordinador de la Sección: Ecología y Creación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Sor Sheila Kinsey, cosecretaria ejecutiva de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Unión Internacional de Superiores Generales; y Carolina Bianchi del Movimiento Católico Mundial por el Clima. En la conferencia de prensa se aclaró que el quinto aniversario de la encíclica debía conmemorarse el año pasado, pero por causa de la pandemia del Covid-19 no se pudo celebrar. Sin embargo, el Dicasterio propuso al Papa Francisco que, en el presente año se hicieran actividades como: Oración común por la Tierra y la humanidad; Publicación de un texto interdicasterial con las directrices operativas de la encíclica, El tiempo de la Creación, Economía del Papa y Reinventar el Pacto Mundial por la Educación. En un videomensaje el Santo Padre Francisco manifestó lo siguiente: “Con la encíclica Laudato si’, promulgada en 2015, invitaba a todas las personas de buena voluntad a cuidar la Tierra, que es nuestra casa común. Desde hace tiempo, esta casa que nos aloja sufre por las heridas que provocamos a causa de una actitud depredadora, que hace que nos sintamos dueños del planeta y de sus recursos y nos autoriza a un uso irresponsable de los bienes que Dios nos ha dado. Hoy, estas heridas se manifiestan dramáticamente en una crisis ecológica sin precedentes que afecta al suelo, al aire, al agua y, en general, al ecosistema en el que viven los seres humanos. La actual pandemia, además, ha sacado a la luz de forma todavía más aguda el clamor de la naturaleza y el de los pobres, que son los que más sufren las consecuencias, evidenciando que todo está interconectado y es interdependiente y que nuestra salud no está separada de la salud del ambiente en el que vivimos. Necesitamos, por tanto, un nuevo enfoque ecológico que transforme nuestra manera de habitar el mundo, nuestros estilos de vida, nuestra relación con los recursos de la Tierra y, en general, nuestra forma de ver al ser humano y de vivir la vida. Una ecología humana integral, que involucra no sólo las cuestiones ambientales sino al hombre en su totalidad, se vuelve capaz de escuchar el clamor de los pobres y de ser levadura para una nueva sociedad. Tenemos una gran responsabilidad, especialmente con las generaciones futuras. ¿Qué mundo queremos dejar a nuestros niños y a nuestros jóvenes? ¡Nuestro egoísmo, nuestra indiferencia y nuestra irresponsabilidad amenazan su futuro! Renuevo, pues, mi llamamiento: cuidemos de nuestra madre Tierra, superemos la tentación del egoísmo que nos vuelve depredadores de los recursos, cultivemos el respeto por los dones de la Tierra y de la creación, inauguremos un estilo de vida y una sociedad por fin ecosostenibles, tenemos la oportunidad de preparar un mañana mejor para todos. De las manos de Dios hemos recibido un jardín; no podemos dejar un desierto a nuestros hijos… Hay esperanza, todos podemos colaborar, cada uno con su propia cultura y experiencia, cada uno con sus propias iniciativas y capacidades, para que nuestra madre Tierra recupere su belleza original y la creación vuelva a resplandecer… Que Dios bendiga nuestra misión de reconstruir nuestra casa común.”

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