Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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«La verdad no tiene bandos, si muestro un solo lado de la moneda soy cómplice de falacias e hipocresías» Luis Gabriel Carrillo Navas

La sociedad actual en forma global vive momentos cada vez más complejos, derivado del aumento de la polarización producto de la crispación y la falta de consensos, que han surgido al conocer el controvertido actuar, por darle un adjetivo de los actores sociales llámense funcionarios públicos o políticos, originado lo anterior por la facilidad de la comunicación inmediata, algo que no se va a detener, ha servido para ello el desarrollo tecnológico no imaginado más que en libros, películas y series, que se creyó quedarían como fantasías para el disfrute de los soñadores.

Todo ese avance, que se creía parte de las quimeras de los escritores, al convertirse en realidades, ha servido para que los seres humanos tengamos más conciencia de los sucesos, e identifiquemos por sus actos a las personas y con ello sus falencias morales, el gran hermano ya no es una ficción, el conocimiento ha traído como resultado el crecimiento de la polarización natural que ha existido entre desiguales, aunque deberíamos mantenernos unidos ante el dolor, que debería embargarnos sin distinción de credos, al observar los actos de lesa humanidad, cometidos en las actuales guerras y conflictos, es imposible no sentir empatía con el dolor, aunque poco podamos hacer, el resultado debería ser, nula defensa para los agresores.

En ese contexto, regresaron los peores fantasmas que han asolado a la humanidad, y que creíamos ingenuamente superados, generando enfrentamientos por las formas y el fondo en que pretenden obtener el poder, con todo lo que le acompaña, quienes actualmente lo intentan, para lograrlo no existe mejor estrategia que la polarización en su mayúscula expresión, la máxima divide y vencerás se ha aplicado, y multiplicado cuando la población ha constatado que las falacias que le han trasladado son eso, falacias, con lo que, ha sumado al descontento lo rápido que se conoce el engaño.

No cabe duda que muchos medios de comunicación entre los que sobresalen los televisivos y algunos radiofónicos y escritos, han tenido un papel fundamental en la manipulación de las masas para lograr la anestesia mental de la población, trasladando mentiras como verdades absolutas, con lo que, quienes son más objetivos en su apreciación de los acontecimientos se convierten en el enemigo, sin embargo, dentro de este mundo tecnificado, los dispositivos electrónicos se han convertido en la contraparte, con lo que la ignorancia mediática ha dado paso a un conocimiento más crudo de los sucesos y con ello la sociedad es más contestataria y también polarizada.

A raíz del aumento de la aplicación del derecho a la verdad, que nos ha servido para contrastar los hechos y los dichos, ha crecido el conocimiento empírico de los acontecimientos, lo que ha provocado que muchas veces en tiempo efectivo se conozca la realidad, lo que ha dado como resultado una sociedad más contestataria con lo que considera falacias del poder imperante.

Como resultado de contar con más medios de información informal, pero información al fin, los funcionarios públicos están más expuestos a que se conozcan sus actos, y se les retrate por los mismos, porque hoy como nunca tenemos acceso a oficios, resoluciones y sentencias cuestionadas, por medio de los cuales identificamos inmediatamente a los ponentes o firmantes, ya no se puede como antes cubrirse, son el mando de la ignorancia, este ha dejado de existir.

Como consecuencia de que, como nunca se conozca el actuar de los individuos casi inmediatamente, se han caído las caretas de aquellos que van de moralistas vendiendo la idea de encontrarse en condiciones éticamente superiores, no siéndolo, lo que los mantiene desnudos moralmente.

El resultado es indiscutiblemente la utilización de ese conocimiento de los actos y hechos, para contar con una opinión más crítica, que ha permitido a la mayoría colocarse en posiciones fortalecidas con relación a sus derechos, pero cada vez más divididos, lo que ha creado más polarización, y como no, cuestionamiento a quien ha querido manipular la información para mantener a la generalidad con los ojos vendados.

La mentira cada vez está más expuesta, y nosotros más divididos.

 

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