“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.”
Virginia Woolf.
El cierre de cualquier medio de comunicación social, es un fracaso del derecho a la libertad de expresión, derecho con el que, visto está, debemos no solo respetar y hacer que se respete, debemos promover, al fin y al cabo, son derechos nuestros también, el derecho del otro, es el mío.
Como cualquier medio de comunicación, en cualquier parte del mundo, existen medios incomodos para una parte de la sociedad, que la otra parte puede aplaudir, es parte del juego de la democracia, la libertad de pensamiento es tan amplia como el infinito, nada la puede detener porque entra dentro del mundo de las ideas y por lo tanto intangibles e inmedibles.
En ese orden de ideas, quienes durante sus 27 años de existencia leímos elPeriódico, sabemos que este medio ha sido muchísimo más que elPeladero, lo interesante estriba en que la mayoría de sus denuncias se convirtieron en crudas realidades, aunque otras fueron desacertadas, y que en su momento dañaron a muchas personas, mismas que no lo pueden perdonar, en lo personal fui señalada por ese medio públicamente de una falsedad, que nunca fue aclarada, así muchas personas y sus familias se vieron afectadas, pero también es cierto que muchas denuncias no hubo necesidad de investigarlas porque eran realidad.
Más allá de lo anterior, en las páginas del medio que nos ocupa encontrábamos las diarias noticias que nos mostraban una realidad no siempre agradable, pero iba más allá de eso, era, sin temor a equivocarme un vehículo de la cultura, leyendo sus páginas nos pudimos deleitar tanto con autores nacionales como internacionales, y como olvidar los cuentos publicados para pasar la Semana Santa.
Fue mucho tiempo de enriquecimiento cultural y social, es lamentable que tengan que cerrar sus puertas por un ahogamiento financiero, proveniente de las elites antiguas a las que se suman las nuevas, que quieren que todo cambie, para que todo siga igual, les da lo mismo quien muera, puede ser el arte, la cultura o el pensamiento crítico, lo importante es que todo cambie para que nada cambie, al final la vida sigue igual.
Lo más preocupante del momento actual, es la falta de separación de una sociedad anónima como lo es Aldea Global de su representante legal como lo es José Rubén Zamora, señores, él no es elPeriódico, elPeriódico ha sido mucho más, ha sido un medio es información, además de denuncia porque no aceptarlo, también ha sido arte y cultura, no soy quien para juzgar a Zamora, pero si soy alguien para valorar un medio de gran riqueza intelectual, y no tengo la mente tan corta como para confundir un medio con una sección del mismo.
Se puede disfrazar un proceso como legal, y no serlo, no sé si existió un acto ilícito por parte del señor Zamora, tampoco soy juez para juzgar, acá lo que más importa es la pérdida de un medio de comunicación que no dejó indiferente a nadie, un medio que cumplía con esquemas de los grandes diarios internacionales, si señores, leer este medio ha sido enriquecedor, quienes leyeron de él solamente elPeladero, se perdieron de lo mejor, el chisme barato es eso, chisme barato, la denuncia es diferente, y la cultura es riqueza para la sociedad, desafortunadamente se pierde lo más por lo menos, la verdad siempre sale a luz, a la corrupción nada ni nadie la ha podido cubrir, dice el refrán que hay dos cosas que no se pueden ocultar, el amor y el dinero, yo agregaría el mal hacer, siempre en algún momento, y a veces el menos indicado se destapa la olla de grillos.
No han matado elPeriódico como un medio, pueden matar la empresa, el medio sigue, puede ser que, con otro nombre, pero no se pueden arrancar todas las flores del campo, siempre alguna quedará y se multiplicara, hay elementos en la vida que estarán perenemente allí, tanto por su fondo como por su forma.
Que, si me duele el cierre de elPeriódico, sí, claro siempre que se trata de matar la cultura este ataque le duele a la democracia, somos muchos los que anhelamos un caminar en libertad.
Saber leer y escribir es un regalo de la vida, saber discernir lo es también.