Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

post author

 

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

Hay pocas cosas terrenas más hermosas que una universidad: un lugar donde los que odian la ignorancia pueden luchar por el conocimiento.” John Edward Masefield.

La situación actual y pasada de Guatemala, es de una complejidad apabullante, en la que se entremezclan los poderes históricos con los emergentes, los segundos producto de prácticas corruptas, que más pronto que tarde se han ido apropiando de personas e instituciones, situación esta que, en los últimos años se ha acentuado en la USAC, debido al papel protagónico de la misma en la vida nacional.

La autonomía universitaria es una conquista social universal, es necesario puntualizar que no es algo propio de nuestra sociedad, va más allá de nuestras fronteras, que se ha mantenido a través del tiempo, se tiene información que surge en 1050 en Bolonia se traslada a Francia, España, Alemania, América Latina, por lo que no nos encontramos ante un fenómeno social nacional, siendo este hecho además atemporal.

Al analizar cómo, y porqué surge este derecho universal, podemos identificar que, es el resultado de la rebelión lógica y necesaria en contra el abuso de poder de los detentadores de este, sin importar si estos eran reyes, gobiernos, o cualquiera, con el tiempo históricamente se fue institucionalizando la autonomía de la universidad quedando en el centro de esta, dos actores esenciales: los docentes y los alumnos, en fin, el corazón de la academia.

En ese orden de ideas, y derivado de lo que personalmente considero una flagrante violación a la autonomía de nuestra única universidad estatal, como lo es el ordenar un juzgado el desalojo de los alumnos del mayor referente histórico de la resistencia ante la injustica del poder, y un reservorio del pensamiento crítico científico y filosófico, porque sin ese tipo de pensamiento todos somos borregos, y no hay peor estado en el ser humano que el de borrego.

Regresando en el tiempo en Bolonia se dio un fenómeno que hoy nos debe llamar a la reflexión, tomando en cuenta que, en esa época, se unieron maestros y estudiantes unos, para aprender y otros para enseñar, al observar la población este fenómeno, aumentaron los alquileres y el precio de los alimentos.

Los estudiantes se pusieron de acuerdo y se fueron de la ciudad; se llevaron a los docentes, a quienes ellos pagaban. Esta fue la primera forma conocida de las huelgas estudiantiles. El poder lo comprendió y contraatacó ofreciéndole a los docentes mejores pagos.

Los estudiantes se vieron en una disyuntiva: o aceptaban las injustas leyes o no estudiaban, decidieron formar una asociación, para solicitar el reconocimiento y el apoyo del emperador Barbarroja, quien los amparó, se cree que así surgió lo que sería la universidad y su lucha contra las injusticias.

A lo largo de los siglos que no son pocos, han existido detentadores de la autonomía universitaria, pero los defensores, los han superado, nosotros como sociedad hemos abonado la tierra en la lucha por una academia independiente, en la que el pensamiento sea superior a la materia, por muy apetitosa que se pueda antojar la segunda.

Nuestra casa de estudios, referente de la vida nacional, hoy se ve atacada una vez más, por personajes oscuros a los que no les ha importado que, de los impuestos del campesino que con muchas penurias un día al mes se toma una Coca Cola, se haya pagado su educación, para que traicionando a quienes les pagaron sus estudios, se hayan convertido en nuevos detentadores de la libertad.

A diferencia de los años del Conflicto Armado, hoy no son los grupos armados gubernamentales los que amenazan a la USAC, son los hijos de aquellos, que visten con trajes de marca y que exhiben títulos de doctorado, estudios que no hubieran existido en su hoja de vida si no les hubieran regalado, porque es un regalo que en otras condiciones no hubieran recibido, la sociedad un título universitario, hoy se voltean y asestan puñaladas traperas contra la institución que los formó.

Si en 1050 los estudiantes con la ley en la mano derrotaron a los poderes facticos, en el 2023 como sociedad lo tenemos que hacer.

Artículo anterior¡Los políticos llegaron ya y vinieron bailando el chachachá!
Artículo siguienteEl constitucionalismo