Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.” Simón Bolívar

El conflicto entre Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán,  municipios de Sololá,  dio un nuevo giro sangriento, que culminó con la muerte de al menos doce personas, entre las que se encuentran niños y mujeres, este conflicto es histórico, por lo que se hace necesario que las autoridades, especialmente el presidente, dejen de lado las soluciones cortoplacistas que no resuelven el problema en sí, porque parafraseando al gran Tito Monterroso, el dinosaurio aún se encuentra ahí, ya no más Estados de Sitio, porque no son la solución, solamente avivan un problema histórico y complejo que no se resuelve con medidas fáciles, ya no estamos en el tiempo de dos más dos, estamos en el tiempo de la ecuación.

Este conflicto inicia en el siglo antepasado, desde 1871 con la separación de un territorio en dos, sin que se establecieran los límites, de ahí y la falta de compromiso de las autoridades, que, durante todo este tiempo, han mantenido una situación al límite entre los pobladores de este territorio guatemalteco, dividido no solo geográficamente, también socialmente, por la falta de respuesta de quienes debieron darla en su momento, y que tal como hoy no la dan.

Hasta acá llegamos, haciendo el mínimo relato de la génesis del tema que hoy nos ocupa, y que se sale de lo ordinario de un conflicto, que se ha mantenido con confrontaciones, sin embargo hoy encontramos elementos, que no son propios de la situación vivida históricamente por los ciudadanos de esta parte dividida de Guatemala, y es precisamente, que hoy estamos ante gente fuertemente armada, que ataca a un grupo de personas que se aprestaban a trabajar, que como agravante estaban con niños, y acompañados por un representante de las fuerzas de seguridad.

Lo anterior se aleja de lo común por lo que surge la percepción generalizada de que estamos ante otros intereses que se mueven detrás del ataque armando del pasado fin de semana, porque los lugareños no tienen los recursos económicos para armarse, de la forma en que se encontraban armados los atacantes, asesinando a niños y mujeres, o estamos ante una prueba más, que los motivos del conflicto armado no han desaparecido, o como lo referí anteriormente ante intereses oscuros.

Llama la atención que las víctimas, se hicieron acompañar por la policía, y que los atacantes no se inmutaron ante la presencia de las fuerzas del orden público, acá hay por lo tanto, mucho más que un centenario conflicto territorial, se hace urgente que las autoridades investiguen pronta y objetivamente lo que está sucediendo, porque estamos ante un hecho de dimensiones que van más allá del orden público, nos encontramos ante un caso de terrorismo que debe ser tratado como tal, esto señores, no es delincuencia común, ni resultado de un conflicto histórico, las armas,  la cantidad de las mismas y la saña con la que se perpetró la masacre son claros elementos que no estamos ante un hecho más, producto de la pugna, es necesario por lo tanto dar respuesta institucional  a la situación.

Adicional a lo anterior, este asunto no debe quedarse en las múltiples mesas de negociación, que se crean para solucionar problemas que necesitan, no una mesa de negociación, necesitan una compenetración estatal a nivel superior, y que se dé solución inmediata, no como sucede un día sí y otro también en este país.

Las sociedades se cansan de no encontrar respuesta a sus problemas, que para los diferentes grupos son grandes, porque no hay problema pequeño, si las sociedades  no  encuentran las respuestas que  necesitan, estas se buscan hasta encontrar quien las dé, prueba de ello es el auge de la izquierda en Latinoamérica, en el país, por el momento no tenemos una izquierda estructurada, pero una derecha tampoco, lo que tenemos son oligopolios de los dueños del país que crean “partidillos politicastros” que se organizan con el objetivo de llegar a servirse de la sociedad, no a servirla.

La sociedad está mirando a la izquierda, porque la derecha si existe, no ha respondido.

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