Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Es necesario ser un mar para poder recibir una sucia corriente sin volverse impuro.”
Nietzsche

Transitando por cualquier calle de la ciudad, leo un rotulo pequeño, insignificante talvez, que ofrece tesis de maestría, doctorado o licenciatura, lo calza un número de celular como toda información, anoto el número y llamo desde un número fijo, me contesta una mujer, le pregunto si ellos imprimen tesis, me dice que no solamente imprimen, también si se necesita, las elaboran, le pregunto de que universidad, y me dice que cualquiera, que ellos trabajan con todas las universidades, le comento que necesito una de doctorado, y me contesta que conocen los procedimientos administrativos de todas las facultades y de todos los grados, pero que tengo que ir a una dirección si quiero que me vendan lo que necesito, no necesito más.

El mercado de tesis en Guatemala, se ha convertido en un negocio bastante próspero porque los grados académicos se han vuelto en moneda de cambio, de ahí que hayan dejado de ser académicos, ya no lo son, la responsabilidad es de quienes no son capaces de realizar un trabajo de investigación científico para aportar un mínimo a la sociedad, creo que la compra venta de tesis se ha vulgarizado tanto que las ofrecen como los aguacates, y seguramente los aguacates tienen más valor, que no precio, y que tanto el CSU, como las direcciones académicas de las diferentes universidades que han surgido después de la modificación a la Constitución de 1993, deben hacer algo al respecto, o seguirán contribuyendo aún más al deterioro de la sociedad guatemalteca en general, y a la académica en especial.

Las universidades deben contribuir, no solamente en cuanto al rigorismo en la contratación de los tutores de tesis en los diferentes grados académicos, también en el resultado final del trabajo, ya que en la actualidad cualquier profesional sin estudios específicos en investigación científica es tutor de tesis, no existen reglamentos que establezcan los perfiles de quienes se encargarán de acompañar al profesional en su labor investigativa.

¿Por qué es importante el trabajo de tesis?, Porque es el único momento en el que el futuro profesional realiza un trabajo científico relacionado con la ciencia o la técnica que ha estudiado, además de ser un aporte a la sociedad a la que se debe, porque se resuelve un problema real mediante un proceso de análisis e investigación, cuando no se cumple este requisito se adolece de ese conocimiento que marca la diferencia entre un profesional al completo y uno que no lo es.

Pareciera que los comunicadores, que estamos constantemente denunciando actos que contribuyen al deterioro de la calidad ética de la sociedad, seamos unos quejitas inconformes, pero no es así, estamos tratando con nuestra voz, que no sigamos cayendo en este pozo profundo de corrupción desde el más amplio concepto de la misma, que pasa por todos los aspectos de la vida de la sociedad y del individuo, somos parte de la frustración generalizada que implica el leer en los diferentes medios de comunicación las más variadas noticias sobre diferentes actos de corrupción diaria, que ya no sorprende la gravedad de los mismos, sorprende más el grado de tolerancia que aparentemente hemos desarrollado, peor aún es que la corrupción ha crecido en todos los aspectos de la vida privada y pública de la ciudadanía en general, y de los funcionarios en particular.

Analizando la historia, la academia cuando esta existía era un reservorio no solamente de los más preparados ciudadanos, también de los más valientes defensores de la democracia y de los primeros en sacar pecho cuando fue necesario, como ejemplo de lo anterior baste citar lo sucedido en su momento sobre un tema que ha provocado, como un justo derecho que la población se manifieste: El Estor, cuyo proceso de concesión inició durante el gobierno de Julio Cesar Montenegro en el que se discutió la posibilidad de ceder las minas de níquel ubicadas en Izabal, para la explotación del metal a Exmibal, en ese momento histórico, cabe resaltar, existió oposición social, principalmente en los miembros de la Comisión que la Usac creó para analizar el impacto de la concesión, fueron académicos con estudios científicos que fueron posteriormente asesinados o se exiliaron los miembros de esa comisión, de ahí la importancia del estudio científico.

Esa es la génesis del problema que hoy se vive en el Estor, la Academia, que existía fue atacada en ese proceso, y de ahí la relevancia de que, ante la corrupción de unos, debe prevalecer el saber de otros.

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