Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Orden Antonio José de Irisarri, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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Alma: palabra corta, concisa, específica y precisa, que define de manera magnánima la esencia del sentir de los seres humanos; el alma es intrínseca, íntima, es el hálito de Dios que se impregna en la vida de cada ser vivo para convertir esa sustancia intangible, en un don y atributo, que proporciona a la existencia del ser el verdadero significado de la vida; nos hace percibir la realidad, tornarnos empáticos con la naturaleza, el prójimo, el diario vivir, y nos hace captar desde el interior de nuestro espíritu todo lo que nos rodea, el prístino rocío que brota de la infinitud del tiempo, la belleza de un celaje, la caricia de una nube en la distancia, así también el sufrimiento o el dolor, que pueden ser una constante en el mundo o en nuestras vidas, pero que del mismo modo se logran mitigar con los momentos de felicidad, de amor, de tranquilidad que podemos vivir.

Y entonces, son esos momentos los que nos inspiran para poder compartir nuestros sentimientos, nuestras emociones. Y es así como lo hizo de la forma más hermosa Alejandra Santiago con su libro titulado “Alma”, el cual nos conduce poéticamente desde el principio hacia un viaje mágico por diversas ciudades del Estado de Israel, nuestra autora se ha inspirado en el alma de estos asombrosos lugares históricos, que a su vez los fusiona con el alma de ella misma y el sublime hálito de Dios.

La portada del libro muestra un dibujo con trazos en sepia de la Ciudad de Jerusalén, sobresaliendo al fondo con su tradicional color oro, la Cúpula de la Roca; en la contraportada del mismo se lee: “Un viaje a Oriente Próximo da inicio a una poética travesía inspirada en las fascinantes ciudades de Israel, a través de los versos de una mujer cautivada por la milenaria y rica herencia cultural hebrea.”

Abro el libro, y como un bello espejismo surge el poema dedicado a la Ciudad de Nazaret, me atrae de inmediato desde el inicio cuando leo:

“La luz despertó a mi alma,

en tus letras me encontré,

con mis manos dibujé los lirios

que me acariciaron…”

Ahora el inspirado para Jerusalén me encanta cuando la describe y conserva en su memoria:

“Ciudad amada mía,

si he de contemplarte,

pediré que el tiempo no pase,

para guardarte en mi memoria…”

Y en su poema a Israel, la autora se apodera del alma de la ciudad cuando escribe:

“Acaricio el cielo,

al pronunciar tu nombre,

deleite del alma es escucharlo.

Eres la herencia de oriente,

dibujada en mis versos…”

La presentación oficial en Guatemala del libro “Alma”, de la escritora Alejandra Pamela Santiago González, se llevó a cabo el martes 20 de febrero de 2024, en las históricas instalaciones del Hotel Casa Santo Domingo, ubicado en la Ciudad de Antigua Guatemala. Se contó con la presencia del Excelentísimo Señor Embajador de Israel Yiftah Curiel; la directora de Educación y Proyectos del Museo del Holocausto en Guatemala, licenciada María José Rivas; la presidenta de la Asociación Gremial de Editores de Guatemala, Ingeniera Diana López. Asimismo, estuvo presente la doctora Ana María Sánchez-Latour de Eskenasy, vicepresidenta de AMMPE y Presidenta del Capítulo de Guatemala, quien dentro de su excelente discurso manifestó su agradecimiento por la invitación que le hiciera la autora a la presentación de su libro, agregando sobre la obra y sus poemas:

“Es una inspiración para conocer profundamente el alma de uno de los pueblos más antiguos del mundo, cuya historia la conocemos a través de la Biblia, de los historiadores y de los arqueólogos. Alejandra nos expresa en sus versos cuando menciona a Israel, que deleita su alma, siendo la herencia de oriente. La Tierra de Israel vive desde hace más de 3,000 años siendo el hogar del pueblo judío y uno de los países más desarrollados del mundo, ocupando el cuarto lugar en el índice de felicidad.

En su verso a Jerusalén admira su cielo volviéndose poesía y adueñándose de su corazón debido a su belleza resplandeciente. Así como se enamora de Tel Aviv, de sus noches eternas, su cielo de óleo y las arenas que vistieron sus pies. Su nombre significa ‘la colina de la primavera’, siendo el centro global de la economía israelí…

La fuerza del alma de Alejandra la recibió del desierto, de la tierra árida, de los cielos de Jerusalén para poder expresar los versos que hoy se presentan en esta magnífica obra: Alma.”

Alejandra Santiago nos hizo saber sus profundos sentimientos hacia el Estado de Israel y las razones de su inspiración al expresar que: “Israel es más que la historia, Israel es el alma del mundo. Un país de seres humanos maravillosos. Y si algo podemos aprender del pueblo judío, es que se puede sobrevivir a los momentos más difíciles y aun así seguir caminando con entrega, fortaleza, fe y sobre todo amor…

En mi vida he aprendido que los tiempos más oscuros exigen la luz más brillante. Nunca lo olvidemos, especialmente ahora. Para todos los que compartimos el objetivo de crear un mundo donde el amor y la comprensión sean nuestra guía…

Estoy agradecida de haber podido escribir el libro Alma a través de los versos inspirados en las más hermosas ciudades de Israel. Necesitaba que el mundo a través de la poesía se enamore de Israel, como Israel me enamoró a mí.”

Es importante mencionar el emotivo momento en que el Embajador de Israel Yiftah Curiel, le hizo entrega a Alejandra Santiago, por adentrarse y profundizar en el alma del Estado de Israel, sus ciudades y su pueblo, una medalla sumamente significativa, que él mismo portaba en su cuello, con una placa en la que está inscrita la petición en hebreo de la liberación de los secuestrados en Gaza; Alejandra la recibió no solamente con su alma, la recibió también con su límpido y bello corazón. Y más aún porque su libro ha sido un puente literario entre dos naciones que han forjado lazos de amistad por más de 75 años.

Felicito a Alejandra Santiago por la presentación oficial en Guatemala de su libro: “Alma”, y por su fervoroso amor por Israel; de igual manera mis congratulaciones por ser socia de AMPEG.

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