Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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En este año 2023 se conmemora el centenario de nacimiento de la reconocida periodista, escritora y poeta María del Mar, quien nació el 13 de febrero de 1923 en un jardín florido, rodeada por el amor y cariño de sus amados padres, doctor Jacinto Radford y Esperanza Galicia de Radford.

Para mí es un verdadero honor rendirle un merecido homenaje a mi señora madre, recordándola por su gran personalidad y trayectoria en su sobresaliente trabajo periodístico, humanístico, literario y cultural.

Sus versos escritos en láminas de oro de 24 kilates, expresan el sentir de su corazón, un ser completamente sobrenatural, angelical y único, María del Mar siempre fue toda poesía; por ello la reconocida escritora Margarita Carrera (1929-2018), entrañable amiga expresó: “Su nombre es un poema: toda ella nos recuerda la poesía.”

Su lírica podría decirse que es florida y afrutada, colmada de naturaleza, de aromas y colores, de sentimientos encontrados, exótica, libre como el viento, sutil y bravía. Me conmueve cuando escribe sobre su madre:

“A veces su suave armonía
dibuja infinitos
y la siento venir
en crecientes turquesas
en fuertes encendidos
en suave fresco viento.”

Y cuando en su deseo taciturno manifiesta:

“Viento a donde va tu cara
luciendo la fragancia
desnuda de la estrella
es de verdad que existes
en la piedra del río
que aquí en este mismo sitio
de las rosas
hueles a hierbabuena
a carmín sosegado de resedas
a doliente silencio de amarilla retama.
O es mentira que ahora
atraviesas mis manos
con ese gran puñado de soledad
que hiela mi vacío.

¡Cómo me dolerá mañana
estar ya muerta!
Corregida de todo
disminuida
que muere en una lágrima,
enmendarme en la nada
como antes del vientre de mi madre.”

Desde que nació, un halo de luz la iluminó como una gran estrella que la guio todo el tiempo en el camino de su vida, la poesía la llevaba impregnada en su alma y como un rosal exquisito la escribía desde muy pequeña, prueba de ello es uno de sus primeros poemas titulado “El poste solitario”, que lo hizo al momento que un grupo de alumnas del colegio al que asistía, le pidió que hiciera un poema para un poste viejo de luz, que se encontraba en el camino.

Cumplía apenas los 7 años de edad, la maestra fue tomando nota de cada palabra que se le ocurría, y los versos fueron saliendo de su pequeña boca como cánticos sutiles que formaron el poema, que fue ovacionado por las compañeras que tenían más edad, y que quedaron sorprendidas de su capacidad intelectual, el poema dice así:

“Pobre poste solitario
luces triste y desolado
el verano ha agrietado
tu traje de madera
soportas el viento
el frío de la noche
y el sol te ha puesto viejo.
Pobre poste solitario
yo te amo
porque siempre firme
y silencioso
te encuentran trabajando
los días y los meses
encendiendo
la luz de los hogares
cuando el día muere.”

Siempre dispuesta a servir a su prójimo, María del Mar realizó una gran labor social y cultural a nivel nacional e internacional con su legado literario, de igual manera en su momento deslumbró a públicos enteros con su maravillosa, tersa y expresiva voz al interpretar poesía.

Su trayectoria periodística sobresalió por la pasión con que defendía la verdad y la justicia, los derechos humanos y todo lo que podía afectar a Guatemala y a la población en general en el radioperiódico que fundó en 1954 denominado “Noticiero Voces Espontáneas”, y en su columna de prensa “Hojas al viento”, publicada en diario La Hora, que siempre le dio su lugar como una ilustre escritora política y cultural, escribía todo lo que acontecía en el momento, denunciando injusticias, y encontrando soluciones.

María del Rosario Radford de Aguilera, conocida en el mundo cultural y literario con el nombre artístico de María del Mar,
el cual surgió precisamente por su apasionado amor por el mar, sus olas y los infinitos océanos, nació en la Ciudad de Guatemala el 13 de febrero de 1923, fue oradora y filántropa por excelencia, periodista, escritora, poeta, dramaturga, declamadora, promotora de la fundación de bibliotecas en el área rural, fundadora y directora de los programas radiales Oro Lírico y Temas para la Juventud, promotora social y cultural.

Así también fue asambleísta del Benemérito Comité Pro-Ciegos y Sordos de Guatemala, socia de diversas entidades, con énfasis en la Asociación de Periodistas de Guatemala APG y la Asociación de Mujeres Periodistas y Escritoras de Guatemala AMPEG, su fundadora Consuelo de Sánchez-Latour (1924-2015), excelente escritora, experta en relaciones públicas, dilecta dama y gran amiga de María del Mar, expresó lo siguiente:

“Conocí a María del Mar hace muchísimos años en un recital de poesía, su voz se quedó grabada en mis oídos, toda esa noche estuvo resonando en mi cabeza, al otro día muy temprano en la mañana, la llamé para felicitarla e invitarla a mi casa para que almorzáramos juntas, desde ese entonces fuimos grandes amigas, cuando ingresó a AMPEG fue como Socia Honoria, siempre entusiasta, muy colaboradora, muy cumplida con todas las actividades de la entidad, hace mucha falta su presencia.”

De igual manera María del Mar, sobresalió por su colaboración a la Universidad de San Carlos de Guatemala con la enseñanza del idioma español realizando grabaciones con su voz de prosa lírica y poesía de autores nacionales, ofreció conferencias literarias y recitales de poesía en entidades nacionales y extranjeras. Recibió un sin número de galardones, plaquetas, diplomas de honor al mérito, medallas y homenajes de diversas instituciones, entidades públicas y privadas; su obra literaria ha sido incluida en importantes antologías y publicada en diferentes medios de comunicación social.

El 25 de julio de 1953 contrajo matrimonio con el ilustre literato y periodista León Aguilera (1901-1997), con quien procreó cuatro hijos: León, Jazmín, Sigrid y Grecia. Partió al infinito el 30 de abril de 2007, en ese mismo mes en el que conoció y a la vez murió mi padre; Dios le concedió permiso para vivir hasta el último día de abril en el que tanta alegría y tristeza sentía, ejemplo de la dualidad divina del universo.

Un jardín de rosas, orquídeas y crisantemos a la memoria de mi madre María del Mar, quien el próximo lunes 13 de febrero estaría cumpliendo 100 años.

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