Al colega Miguel Ángel Sandoval, por la presentación de su nuevo libro “Esperando la primavera. Crónica de una esperanza”. Un relato de la agitada crisis político social guatemalteca desatada en 2023 por el resultado de las votaciones generales, los intentos desestabilizadores y antidemocráticos de políticos corruptos y la lucha ciudadana indígena y popular en defensa de la democracia, el Estado de derecho y la voluntad popular.
Tenaz lucha campesina por la tenencia de la tierra. Millones de indígenas y campesinos en todo el planeta luchan por el derecho de acceder y poseer legalmente la tierra, es su principal reivindicación y uno de los mayores focos de conflictividad social sin resolver en países de América Latina, el Cercano Oriente, Norte de África y África subsahariana.
Guatemala no es ajena a esa realidad, es un país centroamericano multiétnico, pluricultural y multilingüe donde el reclamo indígena y campesino por la tenencia de la tierra es histórico, tiene más de quinientos años.
Con el nuevo Gobierno que preside Bernardo Arévalo, se abre la puerta para atender y resolver este conflicto atávico. Hay señales positivas resultado del diálogo iniciado por el presidente Arévalo meses antes de tomar posesión, con cuatro organizaciones campesinas. Se firmó el “Acuerdo Agrario” que contiene cinco ejes: 1. Conflictividad y recuperación de la institucionalidad agraria. 2. Acceso a tierras. 3. Economía campesina. 4. Articulación territorial de las políticas sectoriales dirigidas a los territorios rurales. 5. Constitución de un espacio técnico político entre el consejo campesino y el Gobierno.
Este acuerdo alcanzado mediante el diálogo es un logro histórico para la lucha indígena y campesina, un acto de voluntad política positiva del gobernante, una contribución a la paz social y a lograr mayor margen de gobernabilidad. Se espera que coadyuve al desarrollo humano del área rural, a la transformación estructural de las condiciones de vida de las comunidades indígenas y campesinas.
Respecto a la problemática del acceso y tenencia de la tierra, una reciente publicación de la Fundación Land Portal afirma que los derechos sobre la tierra para todos, son fundamentales para un futuro sostenible porque se vinculan a la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible. Dice:
“En un mundo que lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible, la cuestión de los derechos sobre la tierra adquiere un papel fundamental. La tenencia segura de la tierra no es sólo una cuestión de justicia social; es crucial para alcanzar varios Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los datos de la EC Land Data Partnership, formada por la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra, la Fundación Land Portal, la Iniciativa Land Matrix y Prindex, arrojan luz sobre las complejidades y los retos de los derechos sobre la tierra a nivel global.”
Continúa: “Los datos globales de Prindex revelan un hecho alarmante: casi mil millones de personas se enfrentan al riesgo de ser desalojadas de sus hogares o tierras. Esta inseguridad no se distribuye uniformemente; es más aguda en regiones como Cercano Oriente, el Norte de África y el África subsahariana. Las disparidades en los derechos sobre la tierra son notables, sobre todo cuando se trata de los derechos de las comunidades y los pueblos indígenas, así como de los derechos de las mujeres.” Fin de cita.
Saludo la voluntad política del Gobierno de Arévalo, de poner atención al tema agrario y firmar junto con representantes de organizaciones campesinas el citado Acuerdo Agrario. Espero que las elites empresariales del agro industria y terratenientes, se sumen a la búsqueda de soluciones sostenibles.