Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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Factor Méndez Doninelli

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el país centroamericano de Guatemala tiene 0.9 médicos por cada 1,000 habitantes, a esta escasez de profesionales de la salud se agrega un Sistema Nacional de Salud débil y de baja calidad, condiciones que se han agravado con la pandemia del Covid 19, por eso no es de extrañar que Guatemala ocupe uno de los últimos lugares en cuanto a la vacunación de la población y el acceso a servicios de calidad, en otras palabras, la mayoría de población de sectores sociales vulnerables está siendo violentada en el derecho humano a la salud. Para nadie es un secreto que en Guatemala la pandemia provocó crisis y excedió las capacidades instaladas del Sistema de Salud.

Pero hay un hecho que para muchos pasa desapercibido y es que durante la administración conservadora del ex presidente Álvaro Arzú (1996-1999), se firmó un convenio de cooperación con el Gobierno de Cuba para que Guatemala se beneficiara del servicio humanitario y solidario que brindan desde entonces, las brigadas médicas cubanas. Durante la emergencia provocada por el huracán “Mitch” en noviembre de 1998, llegaron a este país 19 médicos, encabezados por el doctor Jorge Bustillo, jefe de la Primera Brigada médica (BMC “Henry Reeve”). Hasta hoy, en Guatemala hay más de 400 profesionales cubanos de la salud.

Desde 1998 los sectores vulnerables y olvidados reciben asistencia médica de esta brigada, ese trabajo solidario e internacionalista ha salvado más de 332,500 vidas de guatemaltecos mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños. Después de 23 años de colaboración médica al servicio del pueblo guatemalteco, se han atendido más de 47 millones de consultas y alrededor de medio millón de cirugías. Los servicios gratuitos de la brigada incluyen cuidados y atención médica a poblaciones rurales apartadas, sirven a quienes sobreviven en condiciones precarias y que viven en regiones que históricamente han estado excluidas y abandonadas por el Estado y sus gobernantes. Llevan atención médica y de sanidad a comunidades indígenas o campesinas, donde ni los médicos nacionales quieren servir.

Invaluable servicio al país prestado por profesionales cubanos de la salud. También el mencionado Convenio de Cooperación entre ambos Gobiernos, ofrece becas a jóvenes guatemaltecos para estudiar medicina en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) ubicada en Cuba. Hasta ahora se han graduado más de 1,073 guatemaltecos, muchos de ellos están ejerciendo en el país.

La BMC en Guatemala no es única, es una de muchas otras que se conocen como Brigada Médica Cubana “Henry Reeve”, formada por profesionales de la salud que desde hace años sirven en países de todos los continentes. En la actual crisis sanitaria y devastación social creada por la covid-19, estuvieron presentes en África, América Latina, el Caribe, Europa o Medio Oriente. En todos los casos sus capacidades profesionales y trabajo puestos al servicio de los pueblos, están orientados por principios humanitarios, solidarios e internacionalistas. Su único interés es salvar vidas, mejorar las condiciones de salud de poblaciones y de sectores sociales vulnerables.

Los millones de guatemaltecos atendidos por la BMC durante los últimos 23 años, reconocen y agradecen el trabajo de los médicos cubanos, los servicios de salud y la atención recibida.

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