Factor Méndez

fmendez21@gmail.com

Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

post author

Factor Méndez Doninelli

“La decisión del 23 de julio de la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, de destituir al jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, se ajusta a un patrón de conducta que indica falta de compromiso con el Estado de Derecho y con procesos judiciales y fiscales independientes.  Como resultado, hemos perdido la confianza en la Fiscal General y su decisión, e intención, de cooperar con el gobierno de los Estados Unidos y de luchar contra la corrupción de buena fe. Entendemos que la destitución del jefe de la FECI fue una decisión tomada por una funcionaria guatemalteca actuando dentro de su autoridad como oficial, pero nuestra preocupación es por las implicaciones de esta decisión para el Estado de Derecho y la estabilidad regional.”
(Jalina Porter, portavoz adjunta del Departamento de Estado de EE. UU. 27 de julio 2021).

Renuncie “Doctora” Consuelo Porras. En Guatemala, la grave situación sanitaria por la pandemia, la permanente y descarada corrupción e impunidad de los gobernantes y de las élites depredadoras han provocado una nueva crisis política, social y económica cuyas consecuencias de corto plazo son impredecibles. La gota que rebalsó el vaso fue la destitución del fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval, ocurrida hace ocho días y ordenada por la Fiscal General la señora Consuelo Porras. Esa decisión provocó un rotundo repudio de la ciudadanía y ahora el país vive un paro nacional, convocado por las autoridades indígenas de Totonicapán y respaldado por amplios sectores sociales organizados. El paro iniciado hace 24 horas se produjo con éxito en todo el país, multitudes de personas en los cuatro puntos cardinales del territorio salieron a las calles a exigir la renuncia del Presidente Alejandro Giammattei y de la señora Porras.

La Asociación de Periodistas de Guatemala APG, máxima entidad de prensa del país condenó las embestidas contra las libertades de expresión, pensamiento e información, las campañas de desprestigio, hostigamiento y acoso contra periodistas y comunicadores, así como los ataques contra el portal web del centenario vespertino La Hora. Con respecto a la crisis política, económica y social provocada por la destitución del fiscal Sandoval y por la incapacidad gubernamental en el manejo de la crisis sanitaria derivada de la pandemia, la APG apoya el reclamo de la población y, “…mantiene su demanda para que Alejandro Giammattei y Consuelo Porras presenten inmediatamente su renuncia irrevocable al cargo. La incompetencia e intereses oscuros de ambos están conduciendo a Guatemala por una peligrosa senda que recuerda a los años oscuros de las dictaduras militares, donde la oposición o crítica se traducían en desapariciones, asesinatos o el exilio.”

El Secretario de Estado de los Estados Unidos EE. UU. Antony Blinken, expresó una fuerte crítica a la decisión de la fiscal Consuelo Porras, diciendo: “Estamos con el pueblo de Guatemala y con el fiscal Juan Francisco Sandoval, a quien reconocí este año con el premio Campeón Anticorrupción. Su despido socava el Estado de Derecho y fortalece las fuerzas de la impunidad. Los guatemaltecos merecen algo mejor”.

Por otra parte, la Conferencia Episcopal de Guatemala CEG, sostiene que: “La destitución fulminante del fiscal Sandoval, según connotados hombres y mujeres de derecho, ha sido ilegal y arbitraria. Recogemos el clamor ciudadano al percibir que este hecho significa un evidente retroceso en la lucha por un eficiente combate a la corrupción e impunidad, que tanto daño han hecho para el desarrollo integral del país.»

La indignación ciudadana aumenta, el repudio generalizado hacia el Gobierno se ha convertido en una bola de nieve difícil de detener.

Artículo anteriorPorras al servicio de los corruptos
Artículo siguienteFuera Consuelo, fuera Giammattei