Flaminio Bonilla

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Flaminio Bonilla Valdizón
flamabonilla@gmail.com

El filósofo francés Denis Diderot afirmó: “Decir que el hombre es una mezcla de fuerza y debilidad, de luz y ceguera, de pequeñez y grandeza, no es hacer su proceso: es definirlo”. Esta reflexión la empecé el 15 de enero de 2015 y la terminé con mi terapia el 17 de junio de 2021, con “la Munchies” la perrita –Shitzu- de nuestra casa. Siempre creo que los hombres necesitamos a los animales en un universo que no es ilimitado, por eso a las bestias, nunca desamparar y abandonarlas, ni ser indolente con ellas: son una creación de Dios.

Esa vez, esta deliberación un enero frío de 15, recordé a Nuestro Señor de Esquipulas, y como siempre amanecí muy de madrugada… 3am., y encomendé a Dios. Me senté ante el teclado de la computadora para concluir un largo escrito de un viejo litigio. A eso de las 5 salí de mi estudio, cuando todavía estaba oscuro, recogí “el Periódico”. Luego al clarear salí al jardín, me recree con el amanecer, todavía estaban los zanates y los clarineros con su canto fuerte y estridente y un macho cortejando a la hembra, que lo hacen dando saltos frente a ella; estos pájaros no me agradan, porque son sucios y sus heces contaminan tanto y como bebían del agua de mis “periquitas del amor” y esos animalitos porque esperan todos los días parados sobre las tejas de barro, para picotear la bolsa de pan y comerse el contenido.

Desde hace 40 años construimos la casa de mi hermano y la morada de mi familia, las viviendas no tan grandes con mismo terreno sin división alguna, para disfrutar de un esplendor y cuidado jardín. Me acerque a ver las flores, los arbustos, nuestro viejo aguacatal aún sin inicio de fruto, las todavía vivas pascuas, nuestros nisperales, los ficus, las bromelias, los crisantemos, los anturios, las peronias y toda una ostentosa parafernalia de flores… las bellas ardillitas brincando y corriendo en los árboles y en los muros perimetrales, porque también son huéspedes del jardín y han tomado tal confianza, que nos miran y no salen corriendo sino sólo nos observan, les gusta mucho comer nísperos, duraznos y cuando se inicia el nacimiento de los aguacatitos, también los bajan del árbol, lo cargan en su débil trompita y creo lo llevan a sus crías; otros compañeros que son muy adictos son los tacuazines -las zarigüeyas-, otros animales que son muy apacible. A los tacuazines no hay eliminarlos porque están en peligro de extinción, debemos rescatarlos, NO SON RATAS, esos animalitos son marsupiales son inofensivos, debemos llamar al CONAP; y también hay una organización de rescate que se llama ARCAS. Me desvié con mis amigos tacuazines con esta digresión para estos animales; luego escuché el canto de los pajaritos, el ladrido de un perro “El Bubu” que tenemos de huésped mi hijo lo recogió en AMA, pero no se lleva bien con el “Toffy” su perrito que desde años tiene en su casa y que también adoptó en AMA. Mi hijo Andrés, que es odontólogo, es amante de los perros abandonados, porque son los que más cariño nos dan, en retribución estimo, porque los hicimos también hijos nuestros y hermanos de nuestros hijos.

El año 2019 vinos con esos cuatro perritos “puros chuchos”, tres abandonados “el Tocino”, “la Aceituna”, “la Alcapara”; y “el Tuercas” que tenía amo un operario técnico, todos vivían en un Taller de Mecánico al lado de Panadería de San Martin zona 15 Vista Hermosa 1, uno o dos tipos bestias le vieron veneno de ratas para aniquilar esos perros: “el Tocino” y “la Tuercas”. “La Aceituna” y “Alcapara”, vivieron con una señora muy fraternal con su altruismo de estos “chuchitos”, los llevó a su casa y ahora están renacidos en su fauna.

Hace años narré en mi “muro”, luego de publicar un “Poema al Perro” (compartido por FUPA), esas amorosos de cuatro patas. Para nuestra peluda ese poema, que es la historia de nuestra perrita “la Munchies”, -su nombre en inglés: es antojo y hambre-, en español es “Monchis” significa lo mismo, es un anglicismo. Este término se emplea cuando después de fumar (cannabis) se antoja comidas y se despierta el apetito), -en un caló- “es un reefín”. Que mi hijo para variar o no variar, encontró abandonada una noche de enero de 2014, cerca de su clínica, toda desnutrida y sucia, le compró medicina en la farmacia, su concentrado; esa misma noche la bañó y medio curó, le puso el repelente de pulgas y matabichos, y al día siguiente la llevó al veterinario quien la evaluó descubriendo que es sordita de nacimiento, no oye absolutamente nada; vacunó, desparasitó y le dio medicamento nutricional… mi hijo siempre amoroso no llamó a AMA sino que la adoptó. Como nosotros amamos a los animales, pero los zanates y los clarineros “no son mis cuates ni mis camaradas”, pero no son hostiles solo nos “chingan”, ellos me miran como un rival. Muestra perrita es muy especial para mí, porque ella a pesar que es sorda; cuando el 14 de julio de 2015 tuve un accidente cerebrovascular que provocó un derrame en el hemisferio cerebral izquierdo de controla el habla lo que ocasiona la AFASIA; por ello no puedo hablar mucho, yo tengo algo neurológico, pero no soy discapacitado, lo que tengo es una limitación en él habla. Los perros como “la Munchies” que tienen sordera por muchas cosas, pueden “aprender a comunicarse con su familia y disfrutar con una vida plenamente feliz”. Los perros que “son sordos, provocados por muchas causas, pueden perder total o parcialmente su capacidad auditiva, debido a una enfermedad, infecciones, heridas severas en el canal auditivo, traumatismos o tumores, como consecuencia del envejecimiento o maltrato”. Nuestra “Munchies”, seguramente le pegaban y no le daban a comer de nada.

Lo que pasó con mi familia y nuestra perrita “la Munchies”: como a las 4a.m. del 14 de julio de 2015 esta peluda empezó a ladrar y subió rápidamente al segundo piso a despertar a mi esposa, brincando en la cama insistentemente, bajó de nuevo al estudio al lugar donde yo estaba desmayado, pero al percatarse que no venía nadie, subió de nuevo a la habitación y ladró con más fuerza, hasta que le hizo caso, la perrita bajó velozmente y me lamia la cara, como queriendo despertarme. Entonces ya mi esposa e hijos me asistieron y llamaron al médico y me llevaron a hacer los exámenes que les indicaron. Estuve casi 30 días en el hospital. Por esa razón se pudo controlar el infarto cerebral.

Si no hubiera estado “la Munchies” atenta e insistente con la familia, todo hubiera sido más complicado o no hubiera contado el cuento. Desde entonces la perrita se ganó su estancia dentro de la casa y el derecho de subirse y dormir en las camas y sillones. Lamentablemente nuestra peludita es muy enfermita, probablemente como consecuencia de su vida anterior. Ahora la cuidamos mucho y tiene constantes chequeos con sus veterinarios, quienes la mantienen controlada. Toma varios medicamentos y alimento especial, porque padece deficiencia del hígado, tiene problemas de vértebras y gastritis. Pero eso no le impide ser una perrita activa y feliz, porque es demasiado consentida por nuestra familia. Pero ahora nuestra perra está muy enferma, ahora nos decime los doctores de Clínica Veterinaria Devet, “la Munchies” creen que tienen cáncer y le dieron un ultrasonido y en 10 días le darán exámenes de sangre, la doctora dice que estará con nosotros con 1 año o 2 años más con nosotros, a quienes la queremos muchísimo porque es parte de nuestra familia. Y esos haremos lo mejor para estar feliz con nosotros y “chingona” con nosotros nuestra “hija peluda.”

Estimo atinado esta reflexión con rememorando a la familia, nuestra perrita, los animales y los humanos desgraciados que odian y asesinan a lo fauna, pero ello creo que Charles Darwin dijo: “El amor por todas las criatura viviente el más atributo del hombre”. Luego preparé una taza de café, me senté a la mesa del estadero, observe con tristeza mi perrita, con las jaulas deshabitadas de nuestras periquitas del amor y los resguardos techados pero sin enjaulados de nuestros finados pericos guayaberos, todos ellos muertos, repito, por la contaminación de los zanates y clarineros.

Por ello inicié mi día recreándome en las bellezas narradas en esta analogía y deliberación, relato y mi terapia, con una forma breve, sencilla y afable con el espíritu porque “la naturaleza es un artista original.”

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