Fernando Cajas

Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática e la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de LA Universidad Estatal de Michigan.

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Guatemala:
«… Libre al viento tu hermosa bandera,
a vencer o a morir llamará».

Las raíces históricas de nuestra débil democracia han sido ampliamente estudiadas: 1) la herencia autoritaria de la colonia, 2) la larga guerra civil, de 1960 a 1990, que dejó 200,000 víctimas, 3) La insistencia en dar golpes de Estado, desde Vinicio Cerezo, particularmente el de Serrano Elías, 4) la ausencia de cumplimiento de los Acuerdos de Paz. Estos cuatro elementos, entre otros; son el caldo de cultivo para la emergencia y consolidación de una débil democracia procorrupción, cuyo producto notable es la falta de oportunidades de trabajo digno (migración a Estados Unidos), falta de inversión en educación (solo el 10% gana matemática), desnutrición (60% de la población esta desnutrida), en general pobreza (más del 70% de la población en pobreza).

A pesar de esto, la débil democracia guatemalteca se fortaleció con la introducción de la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG; la cual identificó y llevó a juicio a estructuras corruptas de alto nivel en Guatemala, tanto políticos como empresarios, lo que se consolida en el 2015. Estos corruptos reaccionaron intensamente expulsando a la CICIG de Guatemala y reiniciaron un ataque sistémico contra todo movimiento en pro de la transparencia y del buen uso de los recursos públicos. Fueron Jimmy Morales y Alejandro Giammattei los presidentes de la República los encomendados –por medio del Pacto de Corruptos (empresarios corruptos y politiqueros)– a que defendieran a capa y espada todo tipo de movimiento protransparencia y respeto a la democracia.
Los responsables: J. Morales, quien realmente no gobernó; sino robó, él y sus ministros, a diestra y siniestra, siguiéndolo A. Giammattei, quien consolida a la fiscal general, a quien le encomienda la tergiversación total de la ley, enfocándola en perseguir a atacar a defensores de derechos humanos, fiscales honestas (Virginal Laparra), periodistas no vendidos (José Rubén Zamora), entre muchos en el exilio.

Este sistema corrupto tiembla el 25 de junio del 2023, cuando el Movimiento Político Semilla –un movimiento que nace en el 2015– pasa a la segunda vuelta para definir quién será el próximo presidente de la República. Semanilla aparecía lejos en las encuestas. Esta sorpresa cayó como balde de agua fría al Pacto de Corruptos quienes actuaron con torpeza y lentamente iniciando un proceso ilegal de suspensión del Partido Político Semilla. El Pacto de Corruptos y la Elite Depredadora, según González (encargado de la región del gobierno de Biden), es el verdadero problema de Guatemala.

Ya es muy tarde para que el Ministerio Público usurpe al Tribunal Supremo Electoral. Sólo les queda aventarse un Golpe de Estado, Coupe d’Etat, un cuartelazo vulgar al estilo de los años 80 del Siglo pasado. Ese es su único camino. Lo tratan de envolver en papel de regalo, le podrán apellidos de delitos, de pruebas implantadas en sus allanamientos ilegales de julio, todo, estos corruptos van dispuestos a todo. A esto el analística político Aquiles Fallece le ha llamado Golpe de Estado en Cámara Lenta.

A los y las guatemaltecas sólo nos queda defender nuestra incipiente democracia, también a vencer o a morir, ya no hay mañana. Es ahora o no será nunca.

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