Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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Fernando Mollinedo Castillo

Hoy viernes se celebra una vez más, el “Día del Maestro”, ocasión que permite a la sociedad guatemalteca rendir homenaje o reconocimiento a las personas que se dedican a la enseñanza de las primeras letras y otras disciplinas educativas.

Hoy dedicó este artículo a la maestra Egbertha Castillo Durán, quien ejerció docencia y cargos administrativos en el Ministerio de Educación y tuvo una proyección social que le valió elogios y exilio; enemistades y acusaciones de ser desafecta al régimen de turno (1954-1956) así como reconocimientos de padres y madres de familia que vieron coronados sus esfuerzos por la autorización y construcción de varias escuelas primarias en la zona 18 de esta ciudad de Guatemala.

El ejercicio de su cargo como docente en las escuelas “España”, “República de El Salvador”, y “J. Venancio López” le promovió a ser becada al Centro Regional de Educación Fundamental para la América Latina (CREFAL) en Pátzcuaro, estado de Michoacán, en México, institución de la UNESCO, donde se especializó en Educación Rural y Urbana. A su retorno, fue nombrada Directora de la Escuela “Julia Ydígoras Fuentes” en la zona 19 de esta ciudad, donde ejerció el cargo por dos años.

El Ministro de Educación, coronel Ricardo Porras la distinguió nombrándola Supervisora Educativa, puesto que desempeñó cuando el Ministerio de Educación estuvo ubicado en el tercer nivel del Palacio Nacional de Guatemala y posteriormente en la casa que fuera del presidente Jorge Ubico, en la 14 calle de la zona 1.
Al inicio del “tercer gobierno de la revolución” liderado por el Partido Revolucionario y el licenciado Julio César Méndez Montenegro, fue destituida del cargo en la Supervisión Educativa, al ser la única supervisora con estudios universitarios de la Facultad de Humanidades de la USAC y fue sustituida por una persona que, aunque era maestra de Educación Primaria nunca ejerció la docencia y su mérito fue haberse desempeñado como cajera de un restaurante en la Plazuela España.

Fue nombrada Secretaria del Instituto Técnico Vocacional (ahora denominado Imrich Fischmann) y en coordinación con el director César Coronado impulsaron cambios administrativos que dieron nueva vida al sector docente al gestionarles becas a distintos países de Europa para su tecnificación educativa.

La rigurosidad de los estudios en dos jornadas era muy sofocante para los alumnos, quienes al reprobar algunas cátedras optaban por retirarse del plantel; sin embargo, los consejos de la maestra Egbertha Castillo Durán para no abandonar los estudios e insistir en recuperar las materias perdidas, se cristalizaron en la graduación de muchos jóvenes que con el paso del tiempo se convirtieron en magníficos profesionales en su especialidad, otros han sido viceministros, decanos de facultades de la Usac, médicos, ingenieros, músicos, pedagogos, abogados y de otras profesiones.

Mi reconocimiento y agradecimiento etéreo en nombre de quienes recibieron sus sabios consejos y en especial de mi parte, para la maestra Egbertha Castillo Durán, por haber sido una madre, maestra y amiga en mi vida particular. Gracias por sus enseñanzas.

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