Desde inicios del año pasado, el gobierno del presidente Giammattei bautizó el 2022 como el “año de los logros”, tapizando el país de vallas e inundando los medios audiovisuales con publicidad alusiva al referido éxito en dicho año. La semana pasada, en compañía de sus ministros de Economía y Finanzas, así como del presidente del Banguat y del Superintendente de la SAT, brindó una conferencia de prensa a los medios en la que leyó a toda velocidad una serie de diapositivas preparadas para el efecto.
Según el mandatario, el “crecimiento económico del 8% alcanzado el año pasado lo que hace que el año pasado el crecimiento haya sido del 12% de nuestra economía, un crecimiento muy grande para un período bianual”. Lo que se abstiene de decir el mandatario es que en realidad el crecimiento trianual de su gobierno, incluido su primer año, fue de 10.2%, desempeño similar al de los últimos 3 años de su predecesor, el bufón Morales.
También explicó el presidente que “En la campaña prometí que Guatemala se iba a convertir en un país exportador y los índices señalan un crecimiento de las exportaciones de 40% en los últimos 3 años”. No dice el gobernante que aproximadamente un 75% del crecimiento de los bienes exportados corresponde a los siguientes productos: banano, café, derivados de petróleo, fertilizantes, alimentos para animales (concentrados), manufacturas de plástico, productos de vestuario y textiles, azúcar y bebidas alcohólicas (destilados de caña de azúcar, por supuesto), harinas y grasas y aceites; y que los precios internacionales de TODOS los productos mencionados anteriormente, o de las principales materias primas utilizadas para elaborarlos, incrementaron en un porcentaje similar o mayor en los últimos dos años.
La estabilidad macroeconómica de la que presumió durante la conferencia de prensa se debe al flujo de remesas que ingresa al país, factor que ni siquiera se dignó mencionar el Presidente, más bien alardeó del monto de las reservas monetarias internacionales, cuyo incremento es producto de la política de acumulación de reservas que tiene el Banguat para mantener el tipo de cambio devaluado artificialmente, incidiendo en la tendencia desde 2018, contrario a la letanía del presidente del Banco de Guatemala. Si no me cree, estimado lector, lo invito a leer el documento “Continuidad Programa Acumulación RMI”, el cual se encuentra en la página de Banguat, en el cual se explica con claridad el objetivo del mecanismo de acumulación de reservas. La gráfica que usted observa en este artículo fue extraída de dicho documento y las flechas indican con claridad el objetivo de modificar la tendencia.
Para finalizar su exposición, el presidente respondió únicamente tres preguntas, dos de las cuales eran de medios afines, las cuales fueron hechas para que el presidente y su equipo económico pudieran continuar presumiendo sus supuestos logros.
Lo que sí logró el Presidente en el año 2022 fue terminar de garantizarse el control del Ministerio Público, la Universidad de San Carlos y la Contraloría General de Cuentas, para así tener dominio de todas las instituciones de Guatemala, cosa que ningún otro gobernante desde 1986 había conseguido.