Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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Emilio Matta Saravia
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Estimados lectores, no existe duda alguna de que estamos en el albor de una dictadura en Guatemala. El gobernante tiene el control absoluto de todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Corte de Constitucionalidad, Tribunal Supremo Electoral, Contraloría General de Cuentas y hasta la Procuraduría de Derechos Humanos). De esto ya no queda un resquicio de duda. Únicamente falta saber si va a tratar de ejercer la dictadura de forma unipersonal o va a acceder a que lo releven en la presidencia. Eso lo sabremos al iniciar la campaña electoral el próximo año.

Aunque los ataques a periodistas independientes en el interior del país pasan desapercibidos, el ataque al medio elPeriodico perpetrado el viernes pasado en horas de la tarde sí tuvo una altísima exposición mediática nacional e internacional. Y digo ataque al medio, porque fue un acto de intimidación hacia un medio y, principalmente, hacia sus trabajadores.

La excusa esgrimida por el titular de la FECI de que se estaba persiguiendo penalmente al propietario de dicho medio en su “calidad de empresario” se cayó por la borda al momento en que varios trabajadores de elPeriodico fueron retenidos por más de 16 horas en las instalaciones del medio sin permitirles retirarse a sus residencias, de acuerdo con distintas noticias. Sus celulares y computadoras fueron confiscados, por lo menos temporalmente, y sus derechos violentados por las autoridades que realizaron el allanamiento a las oficinas del matutino. Pickups sin placas se apostaron fuera de la residencia del señor Zamora, recordando a la panel blanca de la Judicial. Si fuera cierto que el MP iba tras el “empresario” Zamora, ¿por qué habría necesidad de confiscar los celulares y las computadoras de redactores, investigadores, editores, reporteros, fotógrafos y demás personal de elPeriodico? ¿Para qué se buscaría información de transacciones financieras del señor Zamora en los teléfonos de personas cuyas labores son periodísticas, no financieras?

La respuesta a las preguntas anteriores es clara y contundente: se busca intimidar, no sólo a los empleados del medio, sino que también para toda persona crítica del régimen. Si uno no se alinea con la narrativa del régimen, será investigado, perseguido y encarcelado. Y no hay nada que va a poder hacer para evitarlo. Al igual que las dictaduras en Venezuela, Cuba, Bolivia o Nicaragua, se ha instrumentalizado al Ministerio Público para perseguir penalmente a las voces no afines al régimen. Inclusive han utilizado los mismos cargos que han empleado en las dictaduras ya mencionadas con un idéntico fin, acallar a la oposición. Un sistema judicial alineado al régimen ha contribuido retardando de forma maliciosa la primera audiencia del señor Zamora.

Sumado a lo anterior, vemos un Legislativo servil a los deseos del mandatario, aprobando incrementos al techo presupuestario, más endeudamiento y transferencias entre partidas presupuestarias para poder dar uso clientelar a los recursos del Erario de cara las próximas elecciones, en vez de utilizarlos en programas que deberían servir para reducir la desnutrición crónica infantil, entre otras prioridades.

Y si usted, estimado lector, nació después del primer lustro de la década de los 80’s del siglo pasado, prepárese para vivir en carne propia una dictadura.

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