Douglas Gonzalez

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Politólogo, egresado de la USAC y la UCJC. Librepensador. Experiencia en políticas públicas, procesos de diálogo y comunicación política. Una mejor Guatemala es posible y necesaria.

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Es un aire refrescante y un bálsamo a la autoestima de nuestro país vernos reconocidos en las más altas esferas de la crème de la crème europea. Un presidente que se conduce con decoro, elegancia y soltura en los pasillos del Palais de l’Élysée, habla en francés con Macron y firma un convenio que incluye cooperación por 50€ millones en el bâtiment Berlaymont de Bruselas, no es algo que se vea todos los días.

Al cumplir un mes de gestión, Bernardo Arévalo emprendió su primer periplo y escogió a Europa como su destino. La Conferencia de Seguridad en Múnich, le permitió sostener varias reuniones bilaterales. Llamaron la atención de la prensa nacional, las que sostuvo con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski y el de Israel, Isaac Herzog. Aunque también, hay que decirlo, se reunió con líderes palestinos a quienes reiteró su postura de la existencia de dos estados y dos territorios, palestino e israelí.

En Suiza, el mandatario se reunió con los altos comisionados para los derechos humanos y para los refugiados. Además, fue recibido y condecorado por el Comité Olímpico Internacional y anunció que nuestros atletas podrán portar la bandera nacional de nuevo en los Juegos Olímpicos de París.

El destino final de Arévalo será Madrid donde, en visita de Estado, será recibido por el Rey Felipe VI y el presidente Pedro Sánchez. Además de su participación en la Organización Mundial del Turismo y la Secretaría Iberoamericana. Toda una agenda.

Todos sabemos que en Guatemala hay muchos problemas por resolver y que hay discusiones sobre si el viaje debió postergarse unos meses. Lo cierto es que el mismo se hizo y fue exitoso. Permitió mostrar al presidente Arévalo como un estadista de talla mundial y colocar a nuestro país de nuevo en el mapa. Atrás quedaron los bochornos de otros presidentes de ir a ofrecer mano de obra barata, o el precario manejo del idioma inglés.

Desde ya, se puede calificar de exitosa para el país la gira de trabajo del presidente. Su experiencia diplomática marca una diferencia abismal con sus antecesores. Esperemos que esa proyección en Europa se traduzca en mejores oportunidades para los guatemaltecos, más intercambio, comercio, cooperación e inversión para nuestros pueblos.

De momento, dont rest mi mor dan tu guiv yu di tanks.

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