Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos

¿Se han imaginado lo que es tener hambre y no poder hacer nada? Irse apagando en el olvido, adelgazando a niveles cadavéricos, sintiendo cómo la piel se va volviendo seca y sin brillo, observando cómo los músculos se desgastan semana tras semana. Agotarse cada vez más mientras la anemia se apodera de las fuerzas con las que se lucha para no morir, tener diarrea y sacar del cuerpo lo último que le queda. Acercarse cada vez más a la muerte, mientras alrededor nada se detiene y poco o nada se hace para salvar la vida de los desgraciados en el país que es Capital Iberoamericana Provida (Hipócritas). Aquí se muere de hambre después de nacer, se dizque defiende la vida, pero la realidad es que se practica la muerte de manera sistemática, mientras un ser abominable acepta que le llamen dictador y violador de derechos humanos.

Si se logra sobrevivir al hambre, el marasmo nos acompañará toda la vida, y nos llamarán haraganes, tontos, sin saber que luchamos día a día por seguir adelante con nuestras vidas. Y nos pagarán barato, y no nos tendrán en cuenta a menos que sea para votar cada cuatro años. Y luego, se olvidarán también de nuestras hijas e hijos. Y nuevamente, seremos abandonados por las leyes, las oraciones y los falsos profetas que defienden mentiras para vivir de nuestra hambre perene.

“…Cuando se ha estado debajo de las sábanas viudas. / Cuando se ha visto transitar el hambre en sentido contrario. / Cuando se ha temblado en el vientre de la madre, / sin conocer aún el aire, la luz, el grito de la muerte. / Cuando eso nos sucede, no lloran los ojos/ sino la sangre humana y lastimada. / Aquí no lloró nadie. /Aquí sólo queremos ser humanos. / Recordarle la patria al desterrado / para verlo revolcarse en la nostalgia. / Cargar un pan en una calle de hambrientos / para que se lancen a mordernos hasta el alma, / darle cara de gallina a la miseria / para que la pueda devorar el hambre, / darle sabor de trigo a la saliva sola / y espíritu de leche a la tormenta. / Cuando se ha nacido entre pañales rotos / y cuando se ha nacido sin pañales. / Cuando nos han limpiado pulcramente el aparato / digestivo. Cuando se nos dice, comed, / comed vuestra miseria, desgraciados. / Cuando eso acontece, no es llanto el que destilan las / pupilas / es una simple costumbre de exprimir los puños en los / ojos/ y decir: aquí no lloró nadie, / aquí solo queremos ser humanos”. (Otto René Castillo).

Guatemala es el país donde unos pocos presumen su intachable moral frente al mundo mientras los más mueren día a día, sin que eso melle a los insensibles e inhumanos seres que nos poseen y nos gobiernan. Llegará el día, no sé cuándo, pero llegará el día en que esbirros y patrones pagarán los siglos de pobreza y atraso con el que han engordado sus mezquinas carteras. Llegará el día en el que logremos ser humanos…

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