Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos

A quién responde el Presidente, y cómo responde dependiendo de quién le pregunta. Están pasando atrocidades en la manera de comunicar del mandatario cuando se comunica con reporteros, especialmente si son departamentales, sus respuestas son abusivas y sin contenido, si es con el periodismo en la ciudad, el nivel sube, porque no responder es aún más abusivo.

Qué es lo que pasa, le molesta que le pregunten, que le pidan información sobre temas polémicos, o solo quiere preguntas vacías que le dejen explayarse en su vulgar manera de abordar la realidad nacional y su problemática, sobre todo, sus acciones y soluciones inapelables, autoritarias.

Se ha instalado a partir del ciudadano Presidente, una política de silencio hacia la prensa y las demandas de las organizaciones sociales y la propia sociedad, no escuchan, y al no hacerlo, lo que comunican no se parece en nada a las necesidades sentidas de la población. Se han blindado en cuanto a informar, pero están yendo más allá; cuando existe una investigación u opinión avezada y bien fundamentada sobre el quehacer del gobierno y el Estado, especialmente en lo relacionado con corrupción e impunidad, o lo que es más fácil de identificar, sobre ineptitud, el aparato gubernamental ataca. Es fácil notar cómo las opiniones y las investigaciones son torpedeadas desde varios ángulos por “net centers”, por ejemplo. Por otro lado, existe un silencio cómplice de los “grandes” medios sobre temas estructurales y páginas de páginas, y tiempo de aire, sobre sensacionalismo.

Lo que está sucediendo en el país, de fondo, es grave. Llevamos dos años de retraso en elección de cortes en la Corte Suprema de Justicia y las Cortes de Apelaciones. ¿Por qué? Simplemente porque el Congreso de la República sigue negándose a cumplir con la sentencia de la Corte de Constitucionalidad del 6 de mayo de 2019, donde ordenó que los diputados debían elegir de viva voz a personas que cumplan con los requisitos de capacidad, idoneidad, honradez y honorabilidad que establece la ley, y que además debían excluir a las personas que tuvieran señalamientos del Ministerio Público. A ojos vista es claro que la gente idónea no les conviene en las Cortes. Este es solo un ejemplo.

Otro puede ser la manera en que se le ha entregado al Ministerio de Gobernación la dirección y tutela de la política pública de protección a la vida y la institucionalidad de la familia. ¿Qué hace una institución encargada de la seguridad, haciendo persecución ideológica de quienes no piensan en clave neopentecostal, conservadora o religiosa? ¿Es esto para proteger la vida en realidad, o es para perseguir a las familias que tienen la osadía de pensar por sí mismas? Otro ejemplo.

Al final, “…cuando un dictador tiene una visión sobre el futuro, el paraíso de un hombre/mujer puede ser el infierno de otro”. Y no contestar de parte del Presidente cuando se le cuestiona sobre su gobierno, cuando se investigan sus actos y a sus funcionarios, y cuando además de no contestar, ataca, estamos frente una visión de futuro sin pensamiento crítico, con una condena atroz al silencio y la obediencia. No debemos callarnos ni dejar de pensar críticamente. Aunque les moleste. Yo no me callo, no debemos callarnos.

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