Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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“Un soldado es un hijo, un amigo, un hermano, un soldado es un ser querido a quien amamos”

La oscuridad había desaparecido, la lluvia de los días previos mostraba su paso en una grama verde reluciente. Y los primeros rayos de sol podían observarse en el horizonte. Un pequeño grupo de militares de aire, mar y tierra seleccionados, debido a que el Covid-19 no permitió a todos participar, aguardaban en sus puestos.

El señor Ministro de la Defensa Nacional, General de División Juan Carlos Alemán Soto hizo su ingreso al sitio destinado para la izada de la bandera nacional. Y a las 0600 horas en el punto más alto, de las áreas de entrenamiento del parque de las «Fuerzas de Tierra» en la Brigada Mariscal Zavala, se izó la bandera nacional, azul, blanco y azul, más grande de Centroamérica.

Sostenida por un asta fundida en acero con un peso de 25 toneladas la bandera mide 36 metros de largo por 26 metros de ancho con un peso de 158 kilos y que cuando llegó al tope del asta se desplegó a una altura de 54 metros. Siendo visible desde diversos puntos de la ciudad capital. Ondeando suave y rítmicamente en un saludo a los guatemaltecos en el Día del Ejército de Guatemala, 30 de junio.

En recuerdo de los miembros de la institución armada, fallecidos en cumplimiento de su deber se escuchó el toque de silencio, que resonó en las cercanías y recordó a quienes ofrendaron su vida en servicio y defensa de la patria.

Siguiendo la tradición militar se lanzaron 21 salvas de artillería como salutación al Comandante. Recordando aquel 30 de junio de 1871 que dejó marcado en la historia el inicio de la Reforma Liberal, que trajo la profesionalización de la institución militar, constituyéndose desde la fecha, como garante de la evolución de la sociedad guatemalteca; contribuyendo al resguardo de los intereses nacionales, diciendo presente. Lo cierto es que la institución armada ha estado presente los 365 días del año 24 horas de cada día en tareas de protección y resguardo a la ciudadanía y prestando ayuda humanitaria, en pequeñas y grandes tragedias. Desde inundaciones de casas hasta tragedias enormes como las producidas por las tormentas Eta e Iota, reparando puentes, construyendo caminos, abriendo brechas siempre preparados, listos, prestos y dispuestos a la defensa y seguridad de los guatemaltecos y sus bienes. En preparación académica constante y capacitación y entrenamiento permanente.

Diciendo presente en el empaquetado y repartición de alimentos durante el inicio de la pandemia que desde marzo del año anterior azota al mundo. Brindando seguridad en zonas rojas y asistencia en áreas de vacunación, tanto como seguridad perimetral, registro y vacunación de los ciudadanos cumpliendo con honor, obediencia y profesionalismo.

Mismos valores que respetan y profesan las tropas desplegadas en los contingentes por el mundo, a pedido de la Organización de Naciones Unidas.

¡Felicitaciones! a cada uno de los elementos del uniforme verde camuflaje, cuando un día más han dejado a sus familias para servir a la patria y a sus ciudadanos.

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