Alfonso Mata

alfmata@hotmail.com

Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.

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La salud, a diferencia de las enfermedades, tiene muchas caras y es mucho menos definida en sus expresiones espacio-temporales que la enfermedad; por eso la salud como trabajo y actividad, es mucho más difícil que el diagnóstico de enfermedades.

El trabajo en salud, es un proceso creador, y no un resultado que consista en enumerar los signos y leer los laboratorios por los cuales se puede «reconocer» una enfermedad, lo que constituye la esencia de cualquier trabajo de un clínico. El procedimiento diagnóstico del salubrista, está lleno de incertidumbre y variabilidad de «signos identificadores», lo que torna el proceso de diagnóstico y atención a la salud difícil. En esto también hay que entender lo social y nada mejor que a la luz de la historia; después de todo en nuestro medio, solo desde mediados del siglo XX, la opinión de que la salud es algo definitivo, y no la ausencia de enfermedades, comenzó a entrar en la conciencia de las personas y en la academia. En nuestro medio, eso no lo ha sido del todo y en la actualidad, muchos médicos, están convencidos que lo más importante, es diagnosticar una enfermedad en el cuerpo humano. Así que no es de extrañar que el presupuesto del MSPAS se volque especialmente a esto.

Al igual que en la clínica, en materia de salud, la sección de diagnóstico es absolutamente necesaria y eso significa un sistema de información; un sistema epidemiológico fuerte, cosa de la que carecemos en estos momentos, pues en cierto sentido, el trabajo de esta unidad es la que determina la formación de la propia ciencia de la salud y su atención. Todos los candidatos y gobernantes de nuestra nación, han dado mucha información que justifica la existencia de la salud, pero han sido esencialmente argumentos filosóficos, sociopsicológicos y políticos, que no se han volcado a la realidad y de eso da fe, la existencia misma de grandes grupos de población carentes de salud.

Creo que el gobierno que se establezca en el 2014, debe proceder de acuerdo con las definiciones modernas, que han establecido que la salud no es la ausencia de enfermedades, condiciones patológicas o defectos físicos o mentales, sino, una certeza irreductible a la ausencia de enfermedad, que debe generar una reingeniería dentro del sistema nacional de salud, que finalice en una expresión concreta de mejorar las condiciones que faciliten un estilo y modo de vida más digno y saludable. Eso significa atención a los factores ambientales, sociales y económicos que establecen desigualdades e inequidades dentro de los grupos de población y los empobrecen, orillándolo a la falta de salud de todo tipo. La salud como fenómeno y estado del cuerpo y de la mente, es de interés para literalmente todos (la sociedad) y para todas las instituciones de estado (el desarrollo nacional).

No vale hacerse el tonto ya; los científicos han aclarado los mecanismos de desarrollo de muchas enfermedades infecciosas, crónicas, degenerativas, mentales, violencia, que necesitan ser controlados. La visión y objetivo del SNS debe ser único: formar y potenciar una persona que se distinga por un desarrollo físico y mental armonioso y esté bien adaptada al medio físico y social que la rodea. Eso a su vez significa la creación de un ambiente en que pueda realizar plenamente sus capacidades físicas y mentales y que le permita adaptarse a los cambios en su entorno físico y social.

En los últimos 30 años, se han expandido significativamente los servicios de salud y el esfuerzo ha dado su fruto en el área del desarrollo de control de enfermos pero no de enfermedades y se hace necesario en estos momentos, el abordaje de toda la problemática del fenómeno salud-enfermedad, involucrando no sólo las peculiaridades del sector salud, sino también su amplia interacción con otros campos en el que se produce el conocimiento, para conseguir y preservar la salud, y el del trabajo, en sus aspectos operativos, legales y corporativos.

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