Alfonso Mata

alfmata@hotmail.com

Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.

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Alfonso Mata

En nuestra sociedad secular y posreligiosa, la figura del sacerdote vestido con sotana ha sido reemplazada por la del científico de bata blanca. Dispensando sabiduría desde el laboratorio, su santuario secular, cada una de sus palabras es aguardada sin aliento, por un mundo sediento de conocimiento sin cuestionarse de verdad o falsedad en ello. A diario es posible encontrarse en los medios de comunicación o redes sociales, con descubrimiento nuevo, cualquiera que sea, y el divulgarlo como perica, no su calificación, da prestigio e importancia, pero ¿qué importa eso? Después de todo, proviene de un científico, con título y seriedad, por lo tanto calificado.

Está muy bien tener científicos, políticos, religiosos, comerciantes pero el fraude religioso, político, científico, comercial, ha sido perpetuado desde siempre. En ciencia: Newton, Dalton y Freud lo hicieron; en tiempos más recientes, también muchos lo hacen porque entre los hombres siempre habrá buenos y malos, malos que se ven movidos por la ambición y el poder más que por la verdad, es una debilidad humana y todos ellos se encaminan para el logro de sus ambiciones a lo mismo: tergiversan la evidencia que tienen, obteniendo niveles de precisión discordantes con la verdad pero útiles para sus fines. Lo raro es que el engaño en la ciencia es difícil de identificar y mucho más para la población; igual sucede en la religión y la política. En esa debilidad, las tres se hermanan prestándose al engaño. Por eso creo que el mandato de ID Y ENSEÑAD A TODOS sigue siendo la medicina más poderosa contra ello aunque no suficiente; también necesita un poco de sagacidad y de responsabilidad de parte de todos y mucha conciencia. Mire usted, armamos gran escándalo por los informes de mala conducta de religiosos, pero a diario también hay informes de mala conducta de científicos y no se diga de políticos y eso no nos escandaliza ¿Por qué? piense un poco y hallará respuesta y eso que los informes falsos de políticos y científicos suele causar miles de muertes.

Es casi imposible medir con precisión qué tan grave es el problema, pero uno debe esperar que sea significativo y empeore de mantenerse una masa de ignorantes tan grande dentro de las poblaciones. Incluso he visto iluminados los ojos de estudiantes de posgrado, ante la peor mentira sin que la reconozcan como tal. Seguramente los ciegos ven y los cojos caminan con esa yerba anunciada, aunque nunca lo haya visto hacerla y no hay señal de duda alguna en él que se acerca a comprarla. Nosotros votamos, los curas son sometidos a escrutinio y seguimiento de comportamiento, los artículos científicos son revisados por pares, pero a pesar de ello, el fraude se da. Se afirma que alrededor del 5- 10 % de los artículos científicos en la investigación médica, de una manera u otra son fraudulentos y más de la mitad de las notas comentarios y aseveraciones sobre enfermedades y tratamientos que aparecen en la red falsas. Los funcionarios pasan sobre la ley y la justicia. Los religiosos venden la gloria y estafan al incauto. La ignorancia sobre la ciencia, la religión y la política es grande entre nosotros.

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