POR MARIELA CASTAÑÓN
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De acuerdo con el Ministerio de Trabajo (Mintrab), del 13 de marzo (a partir que se conoció el primer caso de COVID-19 en el país) al 7 de julio de este año, ha recibido un total de 15 mil 296 denuncias, principalmente por incumplimiento de pago de salario ordinario mensual, despidos, suspensión de contratos sin autorización o convenio, incumplimiento de medidas de salud y seguridad ocupacional, así como por no proporcionar transporte a sus empleados. Uno de tantos casos es el de un trabajador de una empresa de mantenimiento de elevadores, que compartió con La Hora, las circunstancias en las que fue despedido.
Mario (nombre ficticio) trabajaba en una empresa de mantenimiento de elevadores cuando contrajo COVID-19, fue asistido en un centro de salud público y posteriormente en un hospital privado; cuando regresó de su recuperación le dijeron que los días que había tomado serían a cuenta de vacaciones, sin embargo, él cuestionó esa situación y posteriormente fue despedido.
Mario, quien pidió el anonimato para no afectar un futuro proceso de selección y contratación con otra empresa, destacó que empezó a sentirse mal de salud (tos, dolor de cabeza y fiebre) luego de trabajar en el mantenimiento de elevadores de un hospital privado.
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“El 8 de junio me enfermé, me dedicaba al mantenimiento de elevadores. Me fui a hacer la prueba -para detectar coronavirus- a un centro de salud, el 10 de junio, pero pasó -el tiempo- y no me dieron los resultados. Por eso fui a un hospital privado el 15 de junio. Del trabajo me llamaron para decirme que los días que había tomado debían ser a cuenta de vacaciones, pero no me pareció porque no estaba de vacaciones, sino enfermo. Al final les dije que hicieran lo que quisieran, pero yo no estaba de acuerdo con que fuera a cuenta de vacaciones”, explicó el entrevistado.
Según Mario, después de sentirse mejor, regresaría el 8 de julio, pero de la compañía donde laboraba le pidieron que fuera al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) para realizarse la prueba y tener la constancia para suspenderlo, pero como el tiempo ya había transcurrido, la prueba salió negativa, aun así el IGSS lo suspendió (como medida de prevención) por algunos días.
“Me quedé mal, de los pulmones y sigo tomando medicamentos que me recetaron en el hospital privado. Gasté un aproximado de Q1,500 por la prueba Q475 y mis medicamentos”, explicó.
Mario se incorporó a sus labores el 23 de julio, pero ese mismo día fue despedido; aunque el argumento fue que la empresa enfrentaba una situación económica difícil, él considera que fue porque se opuso inicialmente a que le quitaran días de vacaciones.
“Yo regresé a la empresa el 23 de julio, pero mi jefe me mostró la hoja de los días que estuve fuera de la empresa. Me dijeron que por la situación económica que está atravesando el país ya no podían contratarme, pero creo que -esa decisión- fue más porque no estuve de acuerdo con que ellos tomaran mis días de vacaciones para recuperarme”, reiteró.
La intención de Mario es dar a conocer su situación, pues otros trabajadores enfermos enfrentan situaciones similares. En su caso, interpuso la denuncia en el Ministerio de Trabajo.
MÁS DE 15 MIL DENUNCIAS EN EL MINISTERIO DE TRABAJO
El Mintraba ha recibido de marzo a julio de este año, 15 mil 296 denuncias, principalmente por incumplimiento de pago de salario ordinario mensual, despidos, suspensión de contratos sin autorización o convenio, incumplimiento de medidas de salud y seguridad ocupacional, así como por no proporcionar transporte a sus empleados.
Las denuncias han sido recibidas a la línea 1517 y a al sitito web www.mintrabajo.gob
