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México se sumó esta mañana a los más de 55 países en diferentes continentes que han confirmado contagios por el Coronavirus (COVID-19), desde que el brote inició en China y se empezó a propagar alrededor del mundo.

En ese contexto, los médicos Silvio Pazzetti y Alfonso Mata, el segundo columnista de este vespertino, conversaron sobre las dificultades y riesgos que se podrían crear para Guatemala ante la eventual llegada del virus, teniendo en cuenta las condiciones de la población, entre ellas la desnutrición que afecta a la niñez guatemalteca, en contraste a los miles que viven en pobreza y extrema pobreza, con un sistema de salud con debilidades.

Por Redacción La Hora
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Sobre los riesgos, Mata dijo que los grupos sociales de mayor riesgo en coronavirus hasta la fecha son los niños y adultos mayores, poniendo especial énfasis en quienes presentan desnutrición.

“En nuestro caso es importantísimo tener en cuenta que una gran proporción de nuestros niños son desnutridos y… por su misma condición nutricional están más expuestos a una enfermedad y a su gravedad y el adulto mayor lo está porque muchos de ellos padecen de enfermedades crónicas u otro tipo de enfermedades como hipertensión, diabetes, enfermedades en los huesos o musculares, que lo vuelven un sujeto propenso… y las mujeres embarazadas”, afirmó Mata.

«En nuestro caso es importantísimo tener en cuenta que una gran proporción de nuestros niños son desnutridos y… por su misma condición nutricional están más expuestos a una enfermedad».

Alfonso Mata

PDH: HAY PROFUNDAS DEBILIDADES DEL SISTEMA DE SALUD

En cuanto al sistema de salud, el Informe Circunstanciado de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) de 2019, señala que “las profundas debilidades estructurales del sistema de salud han dado pie a múltiples discusiones sobre reformas al sistema, sin que ninguna llegue a consolidarse y en definitiva recayendo las consecuencias sobre los usuarios y sujetos de derechos, pero paradójicamente enriqueciendo al sector privado”.

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La PDH, destaca que en cuanto al perfil epidemiológico de la niñez, se sigue indicando la necesidad de poner más atención y generar estrategias para combatir las infecciones respiratorias y las enfermedades transmitidas por alimentos, ya que la tendencia en ambas afecciones ha sido al aumento, sin embargo, preocupan en mayor medida los padecimientos respiratorios.

“La desnutrición aguda en 2019 también incrementó, pero las muertes por esta causa han disminuido, probablemente debido a una respuesta apropiada del sistema de salud pública”, destaca.

En varios informes la PDH, ha resaltado que para el año 2015 el 46.5% de la niñez menor de cinco años presentaba desnutrición crónica.

En ese contraste, cabe destacar que en Guatemala la pobreza afecta, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2014, a casi un 60 por ciento de la población, mientras un 23.4 por ciento vivía en condiciones de extrema pobreza.

En ese orden, los departamentos que registraron los niveles más altos de pobreza en su población se encuentran Quiché, Alta Verapaz, Sololá y Totonicapán.

En reportajes realizados por La Hora, se ha documentado como la pobreza y desnutrición afecta a varias comunidades, muchas de las personas en ocasiones deben viajar por largos tramos para acceder a un servicio de salud, grupos que según el doctor Matta, están expuestos a la eventual confirmación del COVID-19.

SE DEBE TRABAJAR EN PROTOCOLOS

Mata además, se refirió al equipo que atiende a los pacientes y agregó que como sociedad se debe trabajar en protocolos,

“hablábamos de no politizar esto porque no hay un responsable directo ni de que venga la epidemia, ni tampoco de su tratamiento, la responsabilidad es de todos”.

Alfonso Mata

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El médico también expuso su opinión en uno de los vídeos a publicarse de La Hora Salud, que estarán publicándose en relación al tema, en el que recalcó que es necesario que ante la posibilidad de que el virus se expanda las personas se informen por los canales adecuados.

 

 

NO ENTRAR EN PÁNICO

Mientras Pazzetti, dice que en caso de existir sospechas por un eventual caso, no se debe entrar en pánico pues lo necesario primero es hacer un diagnóstico, “debemos comunicar a las autoridades y llamar a los médicos y se preocupen del tratamiento del caso, es muy importante mantener la hidratación del paciente y ver que su respiración sea lo mejor posible”.

Las mascarillas a usarse se deben incinerar, y destacó que es necesario no hacer un uso inadecuado de antibióticos, acotó Pazzetti.

EN CIFRAS

Pasajeros con mascarillas como medida de precaución contra el COVID-19, en un bus en Hong Kong, el 27 de febrero de 2020. Foto. AP

Hasta las 12.24 p.m. del 28 de febrero, se habían contabilizado 84 mil 144 casos de coronavirus a nivel mundial.
Se han registrado un total de 2 mil 876 muertes.
Se han recuperado 36 mil 873 pacientes del COVID-19.
De los 44 mil 395 casos activos, se estima que 8 mil 095 se encuentran en estado serio o crítico.

 

 

¿QUÉ MÁS SE SABE?

De acuerdo con un artículo de La Hora Salud, y con información del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, el COVID-19, se identificó en China a fines del año pasado y es descrito como una cepa de coronavirus que no se había identificado previamente en humanos.

El artículo que habla sobre “Aspectos generales del nuevo coronavirus y su enfermedad”, señala que estos tipos de virus, circulan entre varias especies de animales, que eventualmente pueden transmitírselo a humanos.

“El nuevo coronavirus detectado en China está relacionado genéticamente con el virus del SARS de 2003 y parece tener características similares, aunque todavía hay datos limitados disponibles sobre este virus”, explica el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.

De hecho, el SRAS apareció a finales de 2002 en China y 33 países notificaron más de ocho mil casos en un período de ocho meses. En ese momento, una de cada diez personas que contrajeron SARS murió.

DE MANERA PRELIMINAR SE CONSIDERA MENOS MORTAL QUE EL SARS

Mientras que en el brote actual de COVID-19 causó alrededor de 10 mil casos reportados en China durante el primer mes del brote y luego se detectaron casos en Europa y otros países, sin embargo, “hay muy pocos datos disponibles para decir con certeza cuán mortal es COVID-19, pero los resultados preliminares indican que es menos mortal que el coronavirus del SARS”.

Por otro lado, resulta importante señalar que si bien los virus del SARS-CoV-2 y de la influenza se transmiten de persona a persona y pueden causar síntomas similares, ambos son muy diferentes y, en consecuencia, no se comportan de la misma manera.

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“Este virus ahora se está propagando de una persona a otra (transmisión de persona a persona). Actualmente no hay suficiente información epidemiológica para determinar qué tan fácil y sostenible se propaga este virus entre las personas”, destaca la información.

Al mismo tiempo que apunta a que el virus parece transmitirse a través de gotitas respiratorias de las personas estornudan, tosen o exhalan. El período de incubación, se estima que esta entre los dos y 14 días, etapa en la que puede transmitirse cuando infectados manifiestan síntomas.

 

LOS SÍNTOMAS

El virus puede causar síntomas leves parecidos a la gripe, como: fiebre, tos, respiración dificultosa, dolor en los músculos y cansancio, sin embargo, los casos más graves llegan a desarrollar neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda, sepsis y shock séptico que pueden conducir a la muerte del paciente.

Además, las personas con afecciones crónicas existentes parecen ser más vulnerables a enfermedades graves.

“En general, se espera que las personas de edad avanzada y aquellas con afecciones subyacentes (por ejemplo, hipertensión, trastornos cardíacos, diabetes, trastornos hepáticos y enfermedades respiratorias) tengan un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves”, detalla la información.

De momento, el COVID-19 no tiene un tratamiento específico y solo se trata a los pacientes con medicamentos existentes.

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Quienes deben hacerse pruebas para confirmar un posible contagio, son personas que tienen una infección respiratoria aguda, y si en los 14 días anteriores al inicio de los síntomas, tuvo contacto con un caso confirmado o probable de COVID-19, o viajó a un área donde hay una transmisión comunitaria continua, o trabajó o asistió a un centro de atención médica donde se estaba tratando a pacientes con infecciones.

 

En ese caso, debe comunicarle por teléfono a su médico para obtener asesoramiento.

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