Por Denis Aguilar
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Por segunda vez consecutiva, la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y su candidata, Sandra Torre, no lograron alcanzar su objetivo de llegar a la presidencia, luego de que ayer el candidato de VAMOS, Alejandro Giammattei le ganara en la contienda electoral.
Con el 99.73 por ciento de las mesas escrutadas, la UNE y Sandra Torres lograron 1 millón 384 mil 005 votos, una leve diferencia con los 1 millón 112 mil 939 votos logrados en la Primera Vuelta del pasado 16 de junio.
Esas cifras detallan que la UNE solo logró ganar 271 mil 066 votos entre la primera y la segunda vuelta, caso contrario a lo ocurrido con VAMOS, que en la Primera Vuelta logró 608 mil 083 votos, mientras que en la Segunda Vuelta logró hasta el momento 1 millón 907 mil 696, lo que implicaba una diferencia positiva de 1 millón 299 mil 613.
De esta forma, la UNE consiguió un 42.05 por ciento de los votos del balotaje de ayer, que tuvo como ganador a Giammattei, quien lleva hasta las 10:50 horas un 57.95 de los votos contabilizados como válidos.
ABSTENCIONISMO JUGÓ EN CONTRA DE TORRES
A decir de Emilio Ruiz, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), el abstencionismo marcado en el balotaje pudo haberle jugado en contra a Torres, a la vez que calificó como “sorprendente” los votos logrados por la UNE entre la Primera y la Segunda Vuelta.
“Todos creíamos que menos participación significaba victoria para la UNE”, dijo Ruiz, añadiendo que las cosas no fueron así porque el partido cometió errores “bastante claves”, que terminaron afectando la decisión de su electorado, el cual puede ser un sector más progresista.
“El hecho de que Sandra Torres haya cambiado de discurso o que haya prometido cuestiones que puedan catalogarse en el aspecto ideológico como derecha sin duda alguna creo que puede haberlo jugado en contra”, dijo.
PARTIDO NO FUE CAPAZ DE IR MÁS ALLÁ DE SUS PROPIOS VOTANTES
Por su parte, Gustavo Berganza, de Mirador Electoral, comentó que la UNE no fue capaz de ir más allá de sus propios votantes y establecer alianzas con otros grupos, además de que entre la Primera y la Segunda Vuelta hubo una evolución de la exprimera dama hacia la derecha conservadora.
Berganza dijo que la candidata de la UNE optó por apoyar la iniciativa 5272, que busca aprobar una ley para la protección de la vida y la familia, así como el hecho de presentarse ante iglesias y también la promesa que hizo para aumentar el sueldo a los miembros del Ejército de Guatemala.
“Ella se movió a la derecha, pero en el camino eso no le bastó para apelar al voto urbano, porque tiene mucha resistencia hacia ella”, señaló.