POR REDACCIÓN LA HORA
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El fiscal contra Delitos Electorales, Rafael Curruchiche, explicó que luego de la investigación, consideraron que Gustavo Adolfo Castillo González, exdirector de informática del Tribunal Supremo Electoral y del exsubdirector de informática Beny Obdulio Román Chanquín habrían cometido los delitos de destrucción de registros informáticos e incumplimiento de deberes.
Según Curruchiche, estos delitos se imputaron porque se les había informado que los candidatos a alcaldes, a diputados, al Parlamento Centroamericano (Parlacen) superaban más de 20 y ellos tenían asignadas solo 20 casillas, cuando lo que debían haber hecho era habilitar por lo menos hasta la casilla 30 en el sistema, ellos tenían información y no lo hicieron, no previeron y eso provocó “un caos” y por eso se imputó incumplimiento de deberes.
Por otro lado, en cuanto a la destrucción de registros informáticos, el Código Penal establece que cuando se altera algún resultado informático, se ocasiona un daño y en este caso, los datos del 1 a la 20 en la elección presidencial no hubo problema porque había 19 candidatos; en los demás puestos, no hubo más casillas, cuando se ingresaba informáticamente al sistema de la casilla 11 se trasladaba al 21, de la casilla 12 se trasladaba al 22, del 12 al 23 y así sucesivamente.
De acuerdo con el fiscal, todavía no se conoce la intención de porqué no previeron la situación, pues se sabrá en la audiencia de primera declaración.
El fiscal dijo que investigaciones continúan y de momento no se han previsto más capturas.
A pesar de lo sucedido, Curruchiche, indicó que esto no puede considerarse fraude electoral, tampoco será necesario repetir la primera vuelta.
