Por Cristian Velix
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“Hay un par de historias que quisiera contar, pero no estamos en Moralejas”, fue una de las primeras frases pronunciadas por Samuel Everardo Morales, hermano del presidente Jimmy Morales, en su última petición realizada en el Tribunal Decimotercero de Sentencia Penal por el Caso Botín Registro General de la Propiedad (RGP).
“La verdad nos hará libres y la verdad debe darle vuelta al mundo”, manifestó Morales, quien agregó que el objetivo del Ministerio Público (MP) “era destruir su nombre, destruir el nombre de mi familia, entonces me puse como objetivo defender mi nombre y el de mi familia”.
Posterior a esas declaraciones, la voz del familiar del Presidente se quebró y dijo que “el nombre se cuida, el nombre se protege, se respeta, pero también se defiende” y afirmó que él no ha cometido ningún delito.
“Eso sí, lo voy a decir siempre viéndolos a los ojos, cosa que ustedes cobardemente no pueden hacer, cuando piden cárcel para un hombre inocente, ¡eso es cobardía!”, añadió Sammy Morales dirigiéndose al lugar en donde se encontraba el representante de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Por último, el hermano del mandatario dijo que su empresa no cometió ilícito alguno y que no se arrepentía de haber ayudado a Abdi (Sucely Estrada García), quien presuntamente elaboró las canastas navideñas que fueron entregadas en el RGP, las cuales, aparentemente, no cumplían con lo contratado.
Por su parte, José Manuel Morales, hijo del Presidente, le refirió al Tribunal que “su futuro está en sus manos” y añadió que ha pasado dos años y medio con restricciones, las cuales ha cumplido a cabalidad, sin embargo, señaló que ha perdido “muchas experiencias y aprendizaje”.
“No sé si podré recuperarlas, porque hubo cosas que dejé de hacer, por un proceso el cual es injusto”, concluyó el hijo del mandatario.
Se espera que para el 19 de agosto el Tribunal emita su sentencia por este expediente judicial.
CASO
Las investigaciones indican que durante la administración de Anabella de León en el RGP hubo en esa entidad un conjunto de plazas fantasma, como también la contratación de forma anómala de eventos para esa institución estatal.
Entre esas adjudicaciones se encuentra la compra de alimentación para 40 personas por tres días, misma que fue otorgada a la empresa Plus Espectáculos y Promociones, la cual era representada por Samuel Morales. Ese evento no se llevó a cabo y fue gestionado por José Manuel Morales Marroquín, según las pesquisas.
En el caso también se señala que el contrato de canastas navideñas para el RGP no cumplía con lo requerido. Las investigaciones explican que estas las elaboró Abdi Sucely Estrada, pero que el acuerdo era con la empresa que representaba Sammy.
