FOTO ARCHIVO. La violencia en los buses ha provocado un impacto negativo en la vida de las familias.

POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

En los últimos tres años, la Asociación de Viudas de Pilotos del Transporte (Avitransp) ha identificado cuatro casos de violencia y abuso sexual contra niñas y adolescentes huérfanas de padre.

De acuerdo con Lilian Pérez, presidenta de Avitransp, dos casos se han registrado en el entorno familiar, otro en un centro educativo y el otro en la colonia donde vivía una adolescente.

Pérez expuso el caso de una niña que quedó bajo la tutela de la Procuraduría General de la Nación (PGN) debido a que el padrastro intentó abusar sexualmente de ella. Otro de los casos fue de una adolescente que fue afectada por los grupos de pandillas que delinquen en la zona donde reside.

La entrevistada dijo que el apoyo de voluntarios o estudiantes de Psicología les ha permitido acompañar algunos casos e identificar la problemática que ha sido canalizada ante los entes competentes.

Actualmente necesitan reforzar esta área para la atención de niñas, niños y adolescentes (NNA); actualmente hay 1 mil 500 registrados en Avitransp.

VULNERABLES

Otto Rivera, secretario ejecutivo de la Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni), explicó que ante los delitos de abuso y violencia sexual, existen dos segmentos poblacionales que son los más vulnerables: NNA y mujeres jóvenes.

Rivera refirió que los niveles de peligro se incrementan cuando se trata de niñez y adolescencia en situación de abandono, en pobreza y pobreza extrema, y que son víctimas sistemáticas de las diferentes formas de violencia.

“Una de las modalidades de familias que tiene Guatemala, son las madres solas o las madres viudas, obviamente la madre tiene que jugar el rol de jefe de hogar y proveedora del bienestar de sus hijas, hijos y el propio, eso significa extensivas jornadas laborales, dentro y fuera de casa. Las chicas y los chicos se quedan solos frente al televisor, a la calle o frente a cualquier peligro inminente”, dijo Rivera.

El secretario ejecutivo de Ciprodeni, agregó: “el hecho que puedan permanecer bajo la tutela de un familiar, o algún referente conocido de la familia, no es seguridad plena para la niña, niño o adolescente, porque tenemos casos registrados de víctimas de violencia sexual de familiares o conocidos. No está la madre que los acompañe, no existe figura paterna porque no está física o presencialmente, por supuesto que los niveles de riesgo aumentan”.

El entrevistado indicó que una de las estrategias para combatir este delito es la prevención diseminada a toda la población guatemalteca, con énfasis a la niñez y adolescencia; podría crearse una campaña asociada con adolescentes y que sean ellos quienes transmitan el mensaje en el lenguaje y la forma como se comunican.

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