POR JOSÉ DEL ÁGUILA
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La Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público presentó esta mañana un memorial en el Juzgado Séptimo de Primera Instancia Penal para aclarar que la magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Blanca Aída Stalling Dávila, aún tiene pendiente rendir su primera declaración por el delito de resistencia.

Juan Francisco Sandoval, jefe de la FECI, informó que en el memorial se indica que, además del delito de tráfico de influencias, existe otra consignación en contra de Stalling por el delito de resistencia y sobre la cual el juez contralor, Adrián Rodríguez, aún no ha resuelto nada.

El pasado 15 de febrero, en sesión plenaria, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) enviaron el expediente por el delito de resistencia al Juzgado Séptimo de Primera Instancia Penal. El mismo fue vinculado con el proceso que se sigue por tráfico de influencias.

En virtud de lo anterior, el abogado defensor de Stalling, Gustavo Juárez, dijo que presentó varios amparos que están siendo conocidos en distintas Salas de Apelaciones, ya que, a su criterio, el expediente no debió ser vinculado con el de tráfico de influencias. Ninguno de los recursos ha sido resuelto hasta la fecha.

Sin embargo, el juez Rodríguez ha indicado que no es posible realizar la audiencia de primera declaración por resistencia debido a que, el pasado 17 de abril, presentó una excusa para no continuar conociendo el proceso penal y la misma aún no ha sido resuelta por una Sala de Apelaciones.

Ayer, la jueza suplente del Juzgado Séptimo, Teresa Ampérez, otorgó medidas de arresto domiciliario a favor de Stalling por el delito de tráfico de influencias. Esto, en cumplimiento a la orden emitida por la Sala Tercera de Apelaciones el pasado 30 de marzo.

No obstante, Stalling, que continúa gozando de su salario como magistrada de la CSJ, no puede salir de prisión hasta que no se resuelva el expediente relacionado al delito de resistencia.

El Juzgado también informó que la sindicada ya pagó la fianza de Q300 mil por medio de una afianzadora.

De momento, Stalling únicamente se encuentra procesada por el delito de tráfico de influencias. Según la Fiscalía, ejerció presiones sobre un juez para que se otorgaran medidas sustitutivas a su hijo, Otto Molina Stalling, en el Caso IGSS-Pisa.

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