Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Decenas de familias del caserío El Durazno que residen en las montañas de Santa María Xalapán, del departamento de Jalapa, viven en condiciones de precariedad y en el olvido. Las condiciones de los residentes se replican en el «Corredor Seco» del país, lo que refleja la situación de pobreza en Guatemala que hasta 2014 alcanzaba a casi el 60 por ciento de la población. Las condiciones climáticas de esa región se agravan con la ausencia del Estado y sus instituciones.

En todo el país y sobre todo en las áreas rurales son cientos de miles de personas las que viven en condiciones de pobreza, olvidadas por el Estado, con carreteras inaccesibles y falta de servicios básicos como agua potable y puestos de salud. A pesar de esas carencias, las familias buscan sobrevivir mediante diversas alternativas.

En el caserío El Durazno, en las montañas de Santa María Xalapán y a unos 120 kilómetros de la ciudad capital, vive Mirna Cruz. Ella relató a La Hora que en ese lugar las familias subsisten con menos de Q50 al día, sin agua suficiente ni servicios de salud.

Debido a esas difíciles condiciones de vida, Cruz integra, junto a más de 2 mil mujeres de otras comunidades, una organización que busca combatir la escasez de alimento y del agua, entre otras carencias que a lo largo de los años se han agravado en esa región.

SIN AGUA NO HAY SIEMBRA

Con anterioridad, los pobladores de las comunidades trabajaban con huertos familiares, pero hace dos años dejaron de hacerlo por la falta de agua, comenta Cruz.

«Hay falta de alimentos, no hay agua y hay lugares en donde la gente anda buscando en otras comunidades. Como le digo los alimentos nosotros los producíamos, pero ahora dejamos de hacerlo, y ese es el problema que tenemos las comunidades», indicó.

El año pasado varias mujeres sembraron 60 mil pilones de café, con el apoyo de ONU Mujeres, porque al ver que se podía vender la plantación podían obtener beneficios, pero la escasez de agua hizo que se perdiera la mayoría de las siembras.

Cruz recordó que desde que se registraron problemas con la siembra del café en 2008, los problemas en el lugar arreciaron, porque los niños empezaron a enfermar, sin que hasta ahora exista atención de las autoridades ediles y del gobierno central.

«Nosotros lo que quisiéramos es que de alguna manera llegara el apoyo, pero no ha llegado», dijo.

A pesar de que han llegado delegados de la Municipalidad a documentar los proyectos que han impulsado, no se ha visto ninguna respuesta, además de que teme sea usado por políticos, aseguró.

A decir de la entrevistada, en comunidades vecinas han detectado casos de desnutrición aguda y crónica en los niños, lo que atribuye a la situación de pobreza en que viven.

Por otro lado, narra que para buscar ingresos los hombres viajan en busca de trabajo ya sea a la capital o a otras comunidades, pero el sueldo que ganan apenas oscila entre los Q25 a Q50 diarios.

Según el Ministerio de Trabajo el salario mínimo devengado en actividades agrícolas al mes es de Q2 mil 643.21, más Q250 de bonificación, no obstante el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que el ingreso promedio mensual en el área rural es de Q1 mil 536, menos de la mitad de lo reportado en el ámbito urbano.

«Esto es pobreza para todos, hay un porcentaje -de pobladores- que se ha ido a Estados Unidos, quienes han beneficiado a las familias, porque han mandado sus remesas pero en el caso de esas personas que no tienen ese ingreso, que es la mayoría, se está viviendo una pobreza extrema», dijo Cruz.

EN ABANDONO
En El Durazno hay un centro de salud, no obstante el mismo no tiene lo necesario para atender a los pobladores, aunado a ello las carreteras aún son de terracería, «nosotros estamos en completo abandono, aquí la misma gente es la que se organiza y hace sus caminos», cuenta.

Vidalia del Carmen López, residente del caserío Los Lopez de Jalapa, añade que sus condiciones han sido de pobreza en el lugar y que viven con la esperanza de recibir algún tipo de ayuda como alimentos, entre otros artículos de los cuales carecen en su comunidad.

«Ni una vez hemos recibido -apoyo-, ni del gobierno ni de ningún otro lado hemos recibido nada», aseguró.
Los más afectados, según López, son los niños del lugar, porque están desprotegidos al no tener un futuro asegurado. «Aquí se comen frijoles, arroz, verduras, que se cosecha aquí y hacemos grupos para tener viveros, pero ahora no estamos trabajando por la sequedad que hay».

Cuenta que en el caserío Los López no hay centro de salud y cuando ocurren emergencias que necesiten la atención de médicos buscan algún vehículo que los pueda llevar hasta Jalapa.

Hasta el cierre de este reportaje La Hora intentó obtener una respuesta del alcalde de Jalapa, Mario Estrada Ruano, pero no respondió a las llamadas efectuadas a su teléfono celular.

SESAN: VARIABILIDAD CLIMÁTICA AFECTA

German González, titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), aseveró que en el departamento de Jalapa se han detectado casos por desnutrición aguda, aunque ha existido un descenso entre el año 2016 y 2017. Como referencia tienen las notificaciones que el Ministerio de Salud les entrega semanalmente.

En los tres primeros meses se han reportado en todo el departamento de Jalapa 21 casos de desnutrición aguda, mientras que para ese mismo período de tiempo el año pasado habían 36 casos reportados, lo que significa una disminución de alrededor de 15 casos.

A pesar de que existe una disminución, González indica que se mantienen vigilantes de las cifras puesto que Jalapa forma parte del Corredor Seco, por lo que tiene una alta vulnerabilidad a la seguridad alimentaria nutricional. En ese lugar muchas familias se dedican al cultivo de café.

«Ese departamento ha sido recurrentemente afectado por los temas de variabilidad climática y los últimos cuatro años de los que tenemos registros nosotros ha habido escasez de lluvias y muchas de las familias han perdido sus cosechas», señala el titular de la Sesan.

En el caso específico de este sector de Jalapa, González explicó que a finales de marzo se solicitó que se incluya a esas comunidades al Programa Mundial de Alimentos, esto con el fin de apoyar a las familias que podrían ser beneficiadas de un proyecto de resiliencia al cambio climático, que pretende proveerlas de herramientas.

Refirió que en la montaña de Xalapán tienen que tener mucha «coordinación» para poder ingresar, por registros de algunos casos de violencia que se han dado en el lugar. Según dijo, ni al personal del Ministerio de Salud lo dejan ingresar.

Jalapa integra a los 8 departamentos que conforman la zona denominada Corredor Seco, que se estima alberga a un estimado del 8.7 por ciento de la población de Guatemala, de acuerdo con el INE.

Las condiciones climáticas para este año tampoco parecen ser favorables para las familias, puesto que se prevé un atraso en el inicio de la temporada lluviosa y principalmente en estos departamentos, dijo González

Además hay un 70 por ciento de probabilidades que al finalizar la temporada lluviosa de septiembre se establezca de nuevo el Fenómeno del Niño en el país, «puede haber una irregularidad de lluvias», indica.

A pesar de que las mujeres de la comunidad señalan la existencia de desnutrición en el lugar, la Sesan asegura que no se han reportado casos este año. En 2015 y 2016 si se registraron algunos.

SERVICIOS BÁSICOS LIMITADOS

Teresa Marroquín, directora de la Dirección de gestión de Riezgos y Desastres de la Cruz Roja de Guatemala, que trabaja en ese lugar, cuenta que decidieron apoyar porque se identificaron condiciones de bajos ingresos económicos percibidos por las familias, además de las pocas oportunidades para las mujeres que son marginadas por ser productoras.

Marroquín ha observado que existe debilidad en los servicios de salubridad, educación, infraestructura y poco acceso a oportunidades económicas que propicien el desarrollo comunitario.

Vivian Chacón, integrante de un colectivo voluntario que trabaja con las comunidades de El Durazno en Jalapa, enfatizó que uno de los principales problemas es la falta de agua y el río del lugar está seco sin la posibilidad de que puedan obtener líquidos para las actividades diarias y menos para las siembras que antes acostumbraban.

La situación en cuanto al acceso a trabajo es complicada, aseguró, puesto que son comunidades que por años se han dedicado a las actividades agrícolas. «Hay un gran porcentaje de migración de hombres hacía Estados Unidos, entonces la comunidad se ve vacía en un 70 por ciento de hombres y las mujeres son las que han ido asumiendo las funciones de jefes de familia», indica.

AUSENCIA DEL ESTADO

Jorge Santos, de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de Guatemala (Udefegua), señala que la ausencia del Estado en varias regiones del país, es notoria.

Para Santos, la ausencia del Estado se marca a todo nivel, desde la ausencia de escuelas, centro o puestos de salud, así como la falta de instituciones vinculadas a la seguridad y justicia como la Policía Nacional Civil, el Ministerio Público (MP) o inclusive los juzgados, sin mencionar aquellas instituciones que deben velar por una política de empleo como el Ministerio de Trabajo.

Santos señala que las condiciones para niños y adultos en el mal llamado Corredor Seco no se deben necesariamente a las condiciones climáticas que afectan al lugar sino más bien a la incapacidad y ausencia del Estado, que causa hambruna y desnutrición severa.

El también economista agrega que la corrupción también es responsable de las condiciones de estas comunidades, no importando si es pequeña o grande porque les son arrebatados recursos al erario público y no llegan a los lugares a donde están destinados.

«La mala utilización de estos recursos afecta de manera directa a las y los beneficiarios de estos programas y de las políticas públicas que se tenga a impulsar en estos lugares», indicó.

Finalmente añadió que los programas sociales parecen haber sido ineficaces en el combate de la pobreza porque en contraste a las cifras de pobreza que se dieron a conocer en 2014, «estos programas desde 2012 han estado más relacionadas a prácticas clientelares y de corrupción que no les permite cumplir con el objetivo para el que fueron diseñados».


POBREZA ALCANZA A UN 60 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN

La situación en esa aldea se asemeja a la de miles de familias. La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) en 2014 apuntaba que había 9 millones 373 mil guatemaltecos que vivían en condiciones de pobreza, casi un 60 por ciento de la población.

Mientras que en 2006, ocho años antes, el mismo estudio develó que la pobreza llegaba al 51 por ciento del país, unos 6 millones 625 mil individuos.

De acuerdo con la Encovi, los departamentos de Alta Verapaz, Sololá y Totonicapán registraron los niveles más altos de pobreza (83.1 por ciento, 80.9 por ciento y 77.5 por ciento, respectivamente).

El INE también añade que para el año 2000, del 48.5 por ciento de los hogares por lo menos un miembro se benefició de algún programa de asistencia social aunque eso no significa que haya mostrado incidencia en la reducción de la pobreza.

En 2011 los principales programas fueron el vaso de atol, Mi Familia Progresa y el programa de alimentación escolar. Para el 2014 fue el vaso de atol, las bolsas escolares y el programa de alimentación escolar, informó el INE. Sobre Jalapa, la Encovi de 2014 añade que un 14.7 por ciento de menores de seis años padeció de diarrea.

EN CIFRAS

Q2 mil 643.21, más Q250 de bonificación, es el salario mínimo devengado para actividades agrícolas según el Ministerio de Trabajo.

8 departamentos integran el corredor seco, entre ellos Jalapa.

14.7 % de menores de seis años padeció de diarrea en Jalapa, informó el estudio de la ENCOVI 2014.

Q1 mil 536 sería el ingreso promedio mensual en el área rural, según con el INE.

9 millones 373 mil guatemaltecos que vivían en condiciones de pobreza, de acuerdo con la ENCOVI 2014.

«Esto es pobreza para todos, hay un porcentaje -de pobladores-  que se ha ido a Estados Unidos quienes han beneficiado  a las familias, porque han mandado sus remesas pero en el caso de esas personas que no tienen ese ingreso que es la mayoría, se está viviendo una pobreza extrema».
MIRNA CRUZ -POBLADORA-

«Ni una vez hemos recibido -apoyo-, ni del gobierno ni de ningún otro lado hemos recibido nada».
VIDALIA LÓPEZ  -POBLADORA-

«Ese departamento ha sido recurrentemente afectado por los temas de variabilidad climática y los últimos cuatro años de los que tenemos registros nosotros ha habido escasez de lluvias y muchas de las familias han perdido sus cosechas».
GERMAN GONZÁLEZ -SESAN-

«Estos programas -sociales- desde 2012 han estado más relacionadas a prácticas clientelares y de corrupción que no les permite cumplir con el objetivo para el que fueron diseñados».
JORGE SANTOS -UDEFEGUA-

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