POR REDACCIÓN LA HORA
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El Ministerio de Salud ha desplegado a fumigadores en casi todos los departamentos, los monitoreos de casos de microcefalia se intensificaron en los hospitales y los llamados a la prevención se multiplican cada vez más a causa de los contagios del zika, la enfermedad que incluso ha llevado al Papa a sugerir que las mujeres podrían recurrir a métodos anticonceptivos antes de abortar ante la amenaza de la epidemia. ¿Nos preocupamos demasiado o actuamos bien?

_Repo6_1bEn el avión que lo transportaba desde México a Roma, el Papa Francisco comparó el brote de zika en Latinoamérica con la situación que enfrentó el Papa Pablo VI en la década de 1960 cuando permitió a monjas en el Congo belga usar métodos anticonceptivos debido a las múltiples violaciones que sufrían.

Francisco dijo a periodistas que «el aborto no es un mal menor, es un crimen», pero expresó que «por otra parte, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En algunos casos como éste (del zika), como el que mencioné sobre el bendito Pablo VI, estaba claro».

Esta reacción, sorprendente para muchos, ya que insinúa un dilema para la Iglesia católica, es parte del diario vivir desde que trascendiera la información sobre los contagios de zika en Guatemala y la región.

Científicos sospechan que un brote del virus es el responsable de una oleada de nacimientos con una rara malformación congénita, conocida como microcefalia, en Brasil. Pero, ¿cómo van a demostrarlo? Autoridades del país sudamericano fueron rápidas al establecer la relación. El ministro de Sanidad dijo la semana pasada que estaba «absolutamente seguro» de que el virus, que se transmite por la picadura de un mosquito, era la causa.

Pero no todos lo tienen tan claro. Aunque la cantidad de pruebas es cada vez mayor, de momento son solo circunstanciales.

«La simple presencia del virus no significa que cause la malformación congénita. Significa que hay una probabilidad», dijo Arnold Monto, epidemiólogo de la Universidad de Michigan. Sin embargo, la investigación sigue en sus primeras fases.

Repo6_2PREVENCIÓN Y CONTROL

El Ministerio de Salud de Guatemala (MSPAS) se unió a las voces que están en alerta por la propagación del zika, aún antes de que se conozca en profundidad sobre sus efectos, pero teniendo muy claros sus orígenes.

Y es que el MSPAS señala que el mosquito Aedes aegypti, responsable del contagio del zika, es además el causante del dengue y chikungunya, por lo que las acciones de prevención tienen un triple efecto en la población.

El problema convocó al Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana, de la que participó Rodolfo Zea Flores, viceministro de Atención Primaria. «Se logró un consenso para emprender un plan regional contra el zika, chikungunya y dengue, tres enfermedades transmitidas por un mismo vector, las que afectan a toda la región», declaró Zea Flores.

Una de las líneas de acción del plan es fomentar la sensibilización de la población para que esta refuerce las medidas preventivas y de control del mosquito, para así lograr la destrucción de larvas y los criaderos del mosquito.

El plan implica varios componentes entre los cuales está la lucha contra el vector, el mosquito, así como la vigilancia epidemiológica, los estudios de laboratorio y la atención a los pacientes.

LLAMADO A LA CALMA

Responder a cómo el zika puede producir microcefalia, necesita de buenos datos epidemiológicos que aún no se cuentan y que pueden lograrse. El doctor Alfonso Mata, parte del grupo de La Hora Salud, explicó las dificultades que existen para definir el vínculo entre el virus y la enfermedad.

“Hay que tomar a los bebés que nacieron con microcefalia y a sus madres y comprobar si tuvieron (ambos) la infección por el virus, pues toda infección de zika, deja rastros, aun las de las mujeres asintomáticas. ¿Se hizo ya eso? No hay reportes al respecto. La búsqueda de anticuerpos contra el virus (sugiriendo una infección en el pasado, aunque no se pueda saber el momento exacto de esto) y preguntar sobre infecciones conocidas durante el embarazo, es otra alternativa. En ambos casos, la certeza no es absoluta. El virus es esquivo”, explicó en un artículo escrito para este vespertino.

“El seguimiento del virus o de su material genético es un estándar de oro, pero el virus sólo puede estar presente en los fluidos corporales por corto tiempo. Así que si el virus pasa la ventana de tiempo de detección, podría dar lugar a un falso negativo. Por tanto su búsqueda, se podría acompañar de una prueba de serología, para mirar más allá de la infección, pero de ser esta positiva, no se puede estar 100% seguro de que la infección se produjo durante el embarazo, aunque se podría argumentar que por ser su aparecimiento reciente en las Américas, es probable que la infección sea bastante reciente”, señaló el experto.

De acuerdo con Mata, “hay otra arma que tenemos a mano”. Y explica: “Si la serología se acompaña de una buena historia clínica que muestra síntomas compatibles con zika (dolor de cabeza, dolor muscular/articulaciones, erupción cutánea, fiebre) sería un paso adelante respecto a esto, pero ¡maldito virus! hay otro problema. Otras infecciones virales pueden ser similares a los síntomas del zika (dengue, chikungunya, incluso la gripe si el paciente carece de una erupción), por lo que las pruebas para descartarlos, se deben hacer. Pero ¡no puede ser! ¡Sí puede! el virus juega al escondido, alrededor del 80% de las infecciones zika, no muestran síntoma alguno, por lo que una mujer que entró en contacto con el virus y podría tener su serología positiva, no tendría ninguna evidencia de infección, lo que limita nuestras investigaciones.

“Falta entonces la evidencia zika-microcefalia y para curarse de entuertos (la OMS en muchos casos ha sido señalada por que da las alarmas ya muy tarde) dictó la advertencia; sin embargo puede haber otras posibilidades, la más fácil: que otro virus (como la rubéola) está circulando por allí. Esta es una causa conocida de problemas congénitos, incluyendo microcefalia. La posibilidad de eso no debe perderse, pues en Colombia no se han reportado casos de microcefalia, aunque si muchos de zika”, indicó el doctor Mata.

EL RETO

Guatemala y el resto de países de la región se enfrentan a un virus cuyas consecuencias aún son desconocidas, pero no por ello deben bajar la guardia.

En el caso de Guatemala, la falta de acceso al agua potable y la escasa infraestructura sanitaria, combinada con la situación geográfica, el clima y la vulnerabilidad al cambio climático, condicionan el aumento en la incidencia de este tipo de enfermedades.

El analista Adrián Chávez señala que tradicionalmente el Ministerio de Salud ha hecho muchos esfuerzos por controlar la proliferación de vectores como el Aedes Aegypti, entre ellos, las fumigaciones, la albanización, promoción de la limpieza, etc. Pero paralelo a estos esfuerzos deben darse cambios estructurales que incidan en esas condiciones sociales y ambientales que condicionan a la proliferación del vector. “Si esto no sucede los resultados que se alcancen serán como hasta ahora, mediocres”, indicó.


CÓMO INVESTIGAR UN ASESINATO

La microcefalia no era un elemento presente en anteriores brotes de zika. Los bebés con esta patología tienen una cabeza más pequeña de lo normal, y normalmente también un cerebro más pequeño que no se ha desarrollado correctamente. Pruebas en laboratorio detectaron el virus en tejido cerebral de unos cuantos bebés con esta malformación.

Demostrar la causa es parecido a investigar un asesinato: El zika es el presunto asesino pero hay muchas preguntas sin respuesta a su alrededor, dijo Ernesto Marques, microbiólogo de la Universidad de Pittsburgh, que colabora con investigadores brasileños.

«Por el momento tenemos una víctima, y encontramos a una persona con una pistola humeante en la mano», dijo Marques. «Pero sigue habiendo que cerrar el caso».

La investigación plantea retos especiales. En la actualidad no hay ningún animal adecuado para sustituir al hombre en los estudios sobre el virus. Y no se considera ético infectar a humanos, especialmente a mujeres embarazadas, para experimentar qué ocurre — sobre todo cuando existe una posibilidad real de que un voluntario pueda verse gravemente afectado.

Por lo tanto, los investigadores recurren a otro tipo de estudios para tratar de establecer si el zika o algún otro factor causan la malformación congénita o, también, una enfermedad paralizante conocida como Guillain-Barré. Cinco países latinoamericanos con brotes de zika reportaron un aumento de esta enfermedad en adultos.

Uno de los métodos es una investigación sobre la marcha llamada estudio de casos y controles, que se remonta en el tiempo una vez sucede una enfermedad o patología concreta. En el caso de la microcefalia, esto supone reclutar a un grupo de madres con hijos nacidos con esta malformación e intentar averiguar qué pudo ocurrir durante el embarazo para desarrollar la enfermedad. Para comparar datos se consultará a mujeres con bebés sanos.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) están implicados en un estudio que comenzará la semana próxima en el estado brasileño de Paraiba. Se centrará en 100 bebés con microcefalia y en al menos otros tantos sin ella.

Los investigadores tomarán muestras de sangre de las madres para comprobar si existen síntomas de una infección anterior de zika. Además buscarán otros posibles factores, como otras bacterias o venenos en el ambiente. Algunos expertos sugieren que quizás el zika necesita un cómplice — malnutrición u otra enfermedad tropical como el dengue — para causar problemas graves.

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