POR WALESKA HERNÁNDEZ
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En el segundo día del juicio en contra del teniente Steelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado militar, Heriberto Valdéz Azij, por las violaciones continuadas de 15 mujeres en la base militar de Sepur Zarco, entre 1982 y 1986, el Ministerio Público (MP), continuó presentando los testimonios de varias de las víctimas.

Ante el tribunal del Juzgado A de Mayor Riesgo, llegó Manuel Cu, quien narra que en 1982 los soldados de Sepur Zarco lo capturaron y golpearon en el destacamento. “Les decía yo soy una autoridad (era el alcalde auxiliar antes de su captura), pero me pateaban. Ahí me tuvieron 45 días con algodones en los ojos y una cinta», narra.

Él y otros campesinos se encontraban tramitando la propiedad de sus tierras en El Manguito I, sin embargo, el Ejército les decía que ya tenían dueño. Cuando se lo llevaron cautivo, su esposa tenía pocos días de haber dado a luz, aun así la violaron, explica Cu.

Durante el tiempo que lo tuvieron cautivo indica, «Fue un gran sufrimiento. Me trataron como animal. Orinaban sobre mí. Me arrastraban como a un coche en el lodo. Nunca me dieron comida. Comí maleza y agua del suelo. Ellos (los soldados) me daban de tomar sus orines”.

Al referirse a los implicados del caso, el testigo explica «Conozco su nombre (de Heriberto Asig) porque era muy conocido allá. Supe que el Canche Asig estuvo en nuestra comunidad, en la Sierra de las Minas. Es responsable de muchas muertes», comenta Cu.

En relación al Reyes, Cu menciona, «El teniente Reyes me habló cuando estuve envuelto en una lona bajo el sol. Sos un mula, para qué ayudás a los delincuentes, me dijo».

Con lágrimas en los ojos explica que la gente de las aldeas se fue a la montaña por miedo. En su comunidad decidieron quedarse.

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