POR VIRGINIA CONTRERAS
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En un predio ubicado en el km 10, carretera al Atlántico sujetos desconocidos atacaron a Miguel Gómez Flores, de 49 años; la víctima señala que ingresaron al lugar de su residencia y le dispararon sin mediar palabra.

Los cuerpos de socorro trasladaron a Gómez hacia el Hospital General. La víctima presenta una herida de bala en el abdomen y otra en el brazo.

La mayoría de las personas que sobreviven a heridas por arma de fuego, en ataques directos o por balas perdidas, se convierten en una cifra más, de las víctimas de la violencia. Estos hechos traen consigo grandes consecuencias, pues algunas pueden sufrir distintas secuelas como discapacidades auditivas, visuales y de movilidad. A causa de ello, el paciente debe batallar con el costo, que se puede incrementar, hasta llegar a un proceso rehabilitación.

Según el Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi), el promedio que ingresa por día a los distintos hospitales, oscila entre seis personas a causa de heridas de bala.

De acuerdo con el Instituto para la Enseñanza y el Desarrollo Sostenible (Iepades), cada año miles de personas resultan lesionadas por armas de fuego. Según indican en 2013, cuatro mil 258 personas resultaron lesionadas por arma de fuego.

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