Por ASTRID GALVAN
TUCSON / Agencia AP

No son desconocidos en la ciudad los relatos de migrantes traídos por traficantes que exigen más dinero para dejarlos en libertad. Sin embargo, las víctimas han sido adultas en la mayoría de los casos conocidos.

El viernes, las autoridades migratorias en Florida recibieron una llamada de la madre del menor desde Fort Lauderdale, Florida.

Los traficantes de personas que tenían al chico exigían más dinero y rehusaban dejarlo en libertad, según la madre.

En menos de 10 horas, las autoridades de Florida y Phoenix rastrearon el paradero del menor y lo ubicaron en un apartamento en el norte de Phoenix.

Frances Salas, implicada en el secuestro, abrió la puerta y permitió a las autoridades que registraran el apartamento, dijeron las autoridades.

El chico coincidía con la foto de el que llevaban los agentes. El menor estaba ileso.

Salas, de 27 años, fue arrestada por los cargos de secuestro, además de posesión de marihuana con fines de venta después de que la policía encontrara 450 gramos (una libra) de la yerba en el apartamento.

Numerosos menores centroamericanos han viajado solos centenares de kilómetros (millas), a veces en lo alto de trenes cargueros, en un intento para escapar a las devastadoras condiciones de pobreza y violencia en sus países.

Los chicos se topan con organizaciones criminales violentas en México que asaltan a migrantes; a menudo también tienen que pagar a las autoridades para que les permitan continuar la travesía.

Si los menores sobreviven a estas peripecias continúan enfrentando peligros aun si eludieron a los agentes de la Patrulla Fronteriza al cruzar hacia Estados Unidos.

«Hay casos, no necesariamente la mayoría, en los que los traficantes quieren más dinero: retienen al migrante como rehén e intentarán extorsionar a los miembros de la familia que pagan el traslado», dijo Amber Cargile, portavoz de la oficina en Phoenix del Servicio de Inmigración y Protección de Aduanas.

«Y las situaciones a veces se vuelven despiadadas. Nos sentimos muy agradecidos de que este menor fue encontrado ileso», agregó.

«Se trata de negocios. Los traficantes no ven a estas personas como seres humanos, ni siquiera a los niños», apuntó.

El chico, cuya identidad se mantiene en reserva, es considerado un menor que viajaba solo porque no lo acompañaba ningún adulto cuando fue encontrado.

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