Palestinos revisan los escombros de la mezquita Yassin, la cual fue destruida por un ataque aéreo israelí. Foto La Hora/AP
Palestinos revisan los escombros de la mezquita Yassin, la cual fue destruida por un ataque aéreo israelí. Foto La Hora/AP

El mundo está en vilo, de nuevo. Hace dos años fue por la invasión de Rusia a Ucrania y la posible respuesta de los países de occidente. Los principales temores radicaban en la posibilidad de que estallara un conflicto mundial de dimensiones catastróficas.

Ahora, los temores vuelven a salir en las conversaciones luego del recrudecimiento de la violencia en Oriente Medio, del ataque de Israel a la sede diplomática de Irán en Siria y la respuesta de más de 300 cohetes y drones del país persa.

Aunque el conflicto Rusia-Ucrania se produce a miles de kilómetros de Guatemala, la región no dejó de sentir los efectos económicos, especialmente con el incremento del precio de granos básicos, combustibles y fertilizantes.

Por esa razón es que analistas consideran que una guerra en Oriente Medio podría tener iguales o peores consecuencias.

IMPACTOS EN LA ECONOMÍA

Mauricio Chaulón Vélez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Landívar, expuso que, aunque Guatemala no compra petróleo iraní, ha sido un país «sumamente dependiente de la hegemonía occidental» y que el primer impacto se verá reflejado en los precios de los combustibles.

En ese sentido, el exministro de Economía, Luis Velásquez, agregó que las consecuencias del aumento de los precios del petróleo generarán inflación, con el alza de precios en las materias primas, insumos agrícolas y el gas. A esto se suma el incremento de las tasas de interés, que siempre se ven afectadas con un conflicto de esa magnitud.

 

Recordó que antes de la llegada de la pandemia, en Guatemala, esta tasa rondaba el 6%, y que ahora llega al 7.5%.

Los precios suben, explicó, no necesariamente por el aumento, sino por la especulación y el oportunismo que produce la incertidumbre. Los especuladores «capitalizan cualquier oportunidad para aprovecharse», subrayó.

Si bien, Guatemala basa sus compras de carburantes, según los precios de mercado de Texas, explicó el exministro de Economía, «cuando hay amenazas de guerra todos los países preparan sus reservas y no liberan sus inventarios».

Velásquez precisó que los conflictos de esta naturaleza también perturban el tráfico marítimo mundial que incrementan sus costos por la obstrucción de rutas comerciales. En particular estas zonas son claves para el comercio porque en el Golfo Pérsico se ubica el estrecho de Ormuz por donde transita el petróleo que sale de los países árabes.

Dar a vuelta por el Golfo Pérsico aumenta el tiempo de tránsito de los barcos y se incrementa en «millones» el costo del transporte, para el petróleo y para cualquier producto, enfatizó.

«Todos sufriremos de forma directa, las empresas también porque para llevar sus productos tendrán que pagar más, el transporte internacional se va a incrementar y creará un efecto multiplicador negativo», precisó Velásquez.

Militantes de Hezbolá y fuerzas israelíes han estado intercambiando disparos desde un día después del ataque israelí. La guerra de Hamás comenzó el 7 de octubre. (Foto AP/Mohammed Zaatari)
Militantes de Hezbolá y fuerzas israelíes han estado intercambiando disparos desde un día después del ataque israelí. La guerra de Hamás comenzó el 7 de octubre. (Foto AP/Mohammed Zaatari)
¿SE INTENSIFICARÁ EL CONFLICTO?

Los analistas coinciden en que el enfrentamiento bélico puede agudizarse, lo que pondría en riesgo la estabilidad mundial; y, aunque tanto los aliados de Irán como los de Israel tratan de mermar las tensiones «el mundo está poco a poco preparándose para una tercera guerra mundial», asevera el exvicecanciller e internacionalista Luis Fernando Andrade.

Chaulón añade que, con los últimos ataques, tanto Israel como Irán están lanzando advertencias, y quieren enviar el mensaje de que «no se van a dejar y que no se acobardarán».

«Medio Oriente es una esfera de influencia para occidente, pero también para Rusia y China, cuyos intereses estarían en juego y podrían verse afectados. Las respuestas podrían ser duras, una escalada terrible que sería una tercera guerra mundial», advirtió el profesor universitario.

HISTORIA

La rivalidad entre Irán e Israel se estableció desde 1979 cuando, en la república persa triunfó a revolución del grupo de los Ayatolas, que no fue reconocida por Washington ni por Tel Aviv, explicó Chaulón.

Desde entonces, Irán declaró a Israel como su enemigo y a su vez reconoció la lucha del pueblo palestino por tener un estado propio.

Sin embargo, esto no ha sido posible, a pesar de la Resolución 181 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1947 que resolvió que debe haber un estado palestino y un estado judío. Estados Unidos e Israel siempre ejercen su poder de veto para evitarlo.

No obstante, Chaulón considera que este puede ser el momento para que la Asamblea General de la ONU ponga el tema sobre la mesa para evitar un recrudecimiento de la violencia.

Añade que, aunque Guatemala tiene una amistad histórica con Israel debería producirse al menos una declaración donde se pida un alto al fuego en Gaza.

 

Sergio Morales
Periodista y licenciado en Ciencias de la Comunicación. Temas políticos, comunitarios, gestión pública y migración.
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