Guatemaltecos en Estados Unidos confían en que el próximo director del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) tenga la capacidad de solucionar la problemática de pasaportes que ha afectado a la población migrante en los últimos años.
Aunque en los últimos meses parece que la extensión de este documento empieza a normalizarse, temen que en poco tiempo —como ha ocurrido otras veces— los inconvenientes regresen.
El pasado 26 de marzo, Stuard Rodríguez, renunció de forma “irrevocable” a su puesto como director general del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), y de acuerdo con el Código de Migración, el presidente Bernardo Arévalo deberá nombrar al sucesor quien estará por cinco años, ya que el artículo 125 dice que, de producirse la vacancia definitiva del puesto, el siguiente director inicia un nuevo periodo.
Para ser director general del IGM se requieren los mismos requisitos que para ser ministro de Estado, especifica el Código. El artículo 127 dicta que no puede ocupar el cargo un ministro de culto o religioso, si se es proveedor del Estado o bien si el aspirante a director es empleado de confianza de la compañía que presta los servicios.
Tampoco si se tienen procesos penales pendientes o si se ha sido condenado por delitos contra la vida, la administración pública o contra la libertad y la integridad de una persona.
Las funciones del IGM son múltiples, una de ellas la emisión de pasaportes. Los problemas para conseguir este documento fueron el lastre de Rodríguez durante buena parte de su mandato.
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La pandemia obligó a la institución a manejar el sistema de programación de citas que en muchas ocasiones se programaban hasta con un año de plazo. Esto no solo causo molestias, sino que personas se aprovecharan para tramitarlas y luego venderlas, según denuncias de usuarios.
La institución asegura que el problema se erradicó.
EN EL EXTRANJERO
Los retrasos para la emisión del pasaporte han afectado más a la comunidad migrante que no tiene la facilidad para ir cualquier día una sede del IGM y tramitar el documento. En Estados Unidos, donde reside la mayoría de los guatemaltecos en el exterior, este se tramita en los consulados que tienen capacidad de imprimirlos, pero que pueden quedar muy lejos.
Además, tramitar un pasaporte en Estados Unidos puede representar ausentarse más de un día al trabajo y ponerse en riesgo de ser sorprendido por Inmigración de este país, si en caso tiene estatus migratorio irregular.
Este documento es vital para un guatemalteco en Estados Unidos puesto que es el único que es reconocido para hacer negocios y trámites en aquel país, o para enfrentar un proceso judicial migratorio.
Consultados algunos migrantes que radican en Estados Unidos coinciden en que quien asuma la dirección del IGM debe ser conocedor de la realidad migrante, para agilizar de manera permanente la emisión de pasaportes.
PÉREZ: “COMUNIDAD MIGRANTE ESTÁ A LA EXPECTATIVA”
Alfonso Pérez, integrante de la Alianza de Guatemaltecos Unidos, en Los Ángeles, California, afirmó que la comunidad de migrantes está a la expectativa del nuevo nombramiento y considera que quien llegue debe tener méritos académicos, pero lo más importante, conocimiento de la comunidad en el extranjero.
“Quien sea nombrado debe entender las necesidades de nuestra comunidad y atender a los compatriotas que son retornados, porque hoy en día no existe una política en ese sentido”, aseveró el líder migrante.
“Esperamos que no se haga, como ha sido siempre, un nombramiento por compadrazgo, afinidad o pago de favores”, señaló Pérez.
GRAMAJO: SIGUEN PROBLEMAS CON LAS CITAS
Roland Gramajo, líder migrante en Dallas, Texas, expuso que los pasaportes al día de hoy se entregan en un día, pero el problema sigue siendo lo tardado de las citas que extienden los consulados y que se programan hasta ocho meses después.
Gramajo espera en que el nuevo director del IGM tenga conocimiento suficiente de las necesidades de documentación de la comunidad, sobre del pasaporte.
“Posiblemente para ellos —en Guatemala— el pasaporte no es urgencia, pero acá, en Estados Unidos, tener pasaporte para cambiar un cheque, rentar un apartamento o comprar un vehículo, es emergencia”, subrayó.
POCASANGRE: “MANDAN CARTILLAS Y SE ACABAN”
Juan Carlos Pocasangre, migrante que vive en Nueva York, espera que la existencia de cartillas hoy en día no sea temporal y que los problemas que ha habido con la emisión de pasaporte se solucionen «de una vez por todas».
“Mandan cierta cantidad de cartillas y en dos meses se acaban y otra vez comienza el problema. La gente acá ha pasado hasta un año o más sin que les den sus pasaportes”, refirió.
Saida Pérez, guatemalteca que vive en el estado de Colorado, coincidió en que “el director ideal debe ser alguien que conozca del tema”, de preferencia “que haya trabajado con los migrantes”.
A las necesidades mencionadas anteriormente, agrega que el pasaporte podría utilizarse para votar en futuros procesos electorales si se toma en cuenta que lleva los mismos estándares de verificación que el DPI.
Añadió que actualmente el consulado en Denver no es un centro de impresión por lo cual a quienes tramitan su pasaporte se les envía por correo a sus domicilios.
